La mujer, de Le Mans, ya había denunciado previamente al hombre por maltrato, y la policía, tras otro episodio violento, le aconsejó que abandonase la vivienda en la que vivía con el acusado.
Era demasiado tarde, por lo que la víctima, de 25 años, no pudo coger un tren para ir a la localidad de Aleçon, donde residían sus padres, tampoco recibió respuesta de ningún amigo ni de los servicios sociales cuando solicitó un lugar donde pasar la noche y descartó la opción de irse en taxi porque se escapaba de su presupuesto.
Horas después la policía fue alentada por los vecinos: la mujer se encontraba en la puerta del edificio sin movilidad tras haber sido arrojada desde un segundo piso.
El Tribunal de primera instancia condenó al exmarido de la víctima a 15 años de prisión y una indemnización para la mujer de 90.000 euros, pero los abogados de la mujer solicitaron al 'Fondo de garantía de las víctimas' (FGTI) una financiación por las consecuencias del golpe, que le había dejado parapléjica, pero el organismo solo asumió otorgarle una compensación parcial. "Hay una responsabilidad compartida, ya que nuestro cliente ha cometido una falta civil al regresar a casa", fue la respuesta según han asegurado los letrados.
La decisión del FGTI ha sido apoyada y remarcada por la Comisión de indemnización de víctimas de infracciones (Civi), organismo al que acudieron los abogados tras la respuesta, que además propuso disminuir la indemnización inicial hasta los 67.500 euros.
La responsable de Igualdad de Gobierno de Emmanuel Macron, Marlène Chiappa, ha asegurado que se trata de una decisión "incomprensible" y ha anunciado que intervendrá si es necesario. Por otra parte, la cadena 'France 2', ha difundido unas declaraciones de la vícitma al medio: "Lo que no entiendo es que me hagan responsable. Es como si yo hubiera contribuido, como si me hubiera buscado lo que me ha pasado, convertirme en parapléjica de por vida"