Como Pedro por su casa entran en el puerto de Zierbena, Bizkaia, jóvenes albaneses que, una vez se han colado en las instalaciones, intentan meterse como polizones en un ferry. Por esta localidad lo intentaron 119 veces en 2015, 330 veces un año después, y 1.346 en lo que llevamos de año. Son las miles de personas que han malvivido en un asentamiento cercano al puerto. Especialmente desde el desmantelamiento del asentamiento de Calais.

Una vez dentro, se esconden en camiones con conductor o en contenedores. La naviera lamenta los daños que dicen les causan y el peligro que supone. Manuel Pascual, de Brittany Ferries España advierte de los riesgos que corren: "Hay muchos que intentan colgarse en los ejes de los remolques".

En Zierbena están identificados, y no causan ningún problema, según el portavoz de la Policía Nacional, Esteban Izquierdo: "Pueden estar aquí de forma legal, porque el Espacio Schengen no les exige un visado, pero el Reino Unido sí que les va a pedir uno con unos requisitos que no cumplen, y es por lo que intentan colarse de esa forma ilegal en los ferris". Pero el invierno hará esta situación improrrogable.