A simple vista parecen contenedores de devolución de libros de biblioteca o incluso alguna especie de basurero. Pero dentro albergan una cuna de hospital con control de temperatura para que las madres puedan dejar a sus hijos. Se presenta como una alternativa a la vía tradicional de adopción que les permite a las madres un proceso anónimo.

En Estados Unidos comenzó como una iniciativa algo tímida y con pocos resultados. La activista antiaborto Monica Kelsey fundó 'Buzones para Bebés Safe Heaven' (Safe Heaven Baby Boxes, en inglés) en el 2016 después de ver un proyecto similar en Ciudad de Cabo, Sudáfrica. La verdad es que los 50 estados tienen leyes de refugio seguro, pero aun así activistas como Kelsey pensaban que debía haber una alternativa para prevenir los abandonos en basureros o en condiciones peligrosas para los bebés.

Sin embargo, los buzones de abandono no son aún la opción más popular en Estados Unidos. Solo se produjeron 115 abandonos legales en el 2021. Por ejemplo, había uno instalado en el departamento de bomberos de Carmel, Indiana, que estuvo inactivo por tres años. En el 2019 tuvo lugar el primer abandono y los demás fueron sucediéndose.

En la actualidad hay alrededor de 100 buzones en el país y 12 estados tienen leyes que los permiten, entre ellos Ohio, Arkansas, Pennsylvania e Indiana. Pero los conservadores como Kelsey, tienen la intención de expandir las leyes a todos los estados en los próximos cinco años, sobre todo tras la anulación de Roe vs. Wade que protegía los derechos de aborto en la nación. En una entrevista para 'The New York Times', una madre adoptiva admitió haber llamado a Kelsey tras la anulación de la ley. "Le mandé un mensaje a Monica que decía '¿estás preparada para estar más ocupada?'".

Estos buzones para bebés son cajas metálicas con una puertecilla que se abre desde fuera, las madres en tiempos de crisis pueden optar por dejar al bebé dentro. Eso sí, una vez que la puerta se ha cerrado no podrá volver a abrirse. Cuando la puerta se cierra el sistema envía una alarma al departamento de bomberos y llegan para sacar al bebé del contenedor en una media de dos minutos. Luego, los niños entran directamente al sistema de adopción y acogida.

¿Solucionan algo?

Sin embargo, una de las mayores críticas a esto es que no soluciona el problema de raíz; el por qué las mujeres adoptan. Además, el sistema de adopción y acogida en Estados Unidos es uno bastante sobrecargado. Según Children's Right Organization, hay una media de 424.000 niños en el sistema de acogida estadounidense. En el 2019 llegaron a verse más de 627.000. Pero estos niños no son adoptados con la misma rapidez, ya que anualmente solo ocurren alrededor de cien mil adopciones.

Algunos países europeos también han comenzado a apostar por esta iniciativa como es el caso de Bélgica; su primer buzón fue instalado en el 2000 en Amberes. En el 2020 se abrió el primero en Bruselas, en el distrito Evere, por iniciativa de la ONG belga Corvia.

Al artículo de ‘The New York Times’, una persona que fue dejada en el sistema de acogida comentó vía cartas al editor que "imaginar que los buzones para bebés serían la respuesta (…) es, en el mejor de los casos, una ingenuidad y no contribuirá a mejorar la situación de estos niños abandonados. Sólo añadirá más niños a un sistema ya roto". Además, otro problema es que no permite una interacción con la madre para estudiar otras opciones o deja al niño con poca información sobre sus raíces y ningún registro de historiales médicos.