Imagine perder algo con un valor en torno a las 16.000 euros en un aeropuerto de España y recuperarlo en una localidad francesa a más de 600 kilómetro. Puede parecer un sueño, sin embargo, es lo que le ha ocurrido a una mujer que extravió su reloj Rolex en el aeropuerto de El Prat de Barcelona y la Guardia Civil lo recuperó en Burdeos.
Según informa este viernes el Cuerpo, la pasajera perdió el reloj el pasado 9 de abril después de pasar por el filtro de seguridad de la Terminal 1 de la infraestructura barcelonesa. Tras percatarse de la pérdida, la pasajera informó de los hechos en la Oficina de Atención al Ciudadano que tiene la Guardia Civil en la terminal aérea.
Los agentes del instituto armado peinaron los lugares por donde pudo haber pasado la propietaria y revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, en las que pudieron identificar a una persona recogiendo un reloj en una zona próxima al filtro de seguridad y quedándoselo en lugar de entregarlo en la oficina de objetos perdidos del aeropuerto.
Más Noticias
- Detenido un joven de 18 años como presunto autor de la agresión sexual a una menor durante las fiestas de Vitoria
- El detenido por la brutal agresión sexual a una menor en Igualada se enfrenta a 45 años de prisión
- Las redes sociales, las nuevas fuentes de información (y desinformación) de los jóvenes para la política
- Los mallorquines protestan en la playa de Caló des Moro contra la masificación turística
- Los vecinos del Albaicín (Granada) protestan contra la masificación turística en sus calles: "Es nuestro castigo"
Las imágenes de las cámaras de seguridad captaron a la persona que se quedó con el reloj cogiendo un vuelo con destino a Burdeos, por lo que la Guardia Civil pidió la colaboración de la Gendarmería Nacional Francesa para localizarla. Finalmente, los agentes de la Guardia Civil lograron recuperar el reloj y entregárselo a su propietaria.
Donde la ultraderecha arrasa
Las redes sociales, las nuevas fuentes de información (y desinformación) de los jóvenes para la política
Gran parte del ascenso de la ultraderecha está viniendo de un gran éxito en las redes sociales (donde ganan en seguidores al resto de partidos), el nuevo lugar de consumo de información política de los jóvenes.