Ángel Hernández, el hombre detenido acusado de haber suministrado una sustancia a su mujer, en fase terminal, para ayudarla a morir en su domicilio de Madrid, explicó su terrible situación a Gonzo en una entrevista en 2018.

Él aseguraba la vida de su mujer era "terrible": "Se angustia mucho por la situación en la que se encuentra, ella ya ha perdido el derecho a vivir porque la enfermedad irreversible le ha cercenado el derecho a vivir. Está en esa posición de no vivir, quiere que igual que ha podido vivir dignamente, morir dignamente".

Hernández aseguró que él tenía que "respetar su voluntad" porque la situación era "terriblemente caótica": "Ya no está como para que se le pueda hacer nada ni que pueda vivir en condiciones. Intentó suicidarse hace veintitantos años y yo aborté ese intento de suicidio. Está sufriendo mucho, es insoportable su vida para ella".

"Solo queda una persona que pueda ayudarle a morir en un momento dado, que será usted", le señalaba Gonzo, a lo que Ángel respondía tajantemente: "Efectivamente. Lo ideal es que fuese un profesional, pero ante esa imposibilidad lo tendría que hacer yo, le tengo que prestar mis manos, pero yo no la induzco a morir, yo le digo piénsatelo y me dice, 'mi vida es imposible, no puedo más, estoy sufriendo'".

"Si a mí me dice ayúdame, yo le presto mis manos, lo reconocería después, hay que empezar a salir del armario, hay mucha gente en esta situación", zanjaba.