Marcadas por la crisis del coronavirus, está claro que estas Navidades ya están siendo muy distintas. Sin embargo, el exceso sigue siendo su sinónimo más recurrente: exceso de comida, de regalos, de consumo… Debemos ser conscientes de cómo esos abusos afectan de forma negativa al medio ambiente y, sobre todo, tenemos que intentar moderarlos.

La clave, para María Eulalia Bermejo, técnica de Medio Ambiente de la Confederación de Asociaciones de Usuarios y Consumidores Europeos (CAUCE), reside en intentar que los hábitos diarios vayan ligados a la economía circular: "Evitar el usar y tirar e intentar que cualquier producto vuelva al círculo, que no acabe en el vertedero, sino que le demos una segunda oportunidad o un aprovechamiento de recursos a través del reciclaje".

Desde la decoración navideña pasando por las comidas y cenas hasta los regalos. Te contamos las claves para tener una Navidad más sostenible.

Evitar el desperdicio alimentario también es salvar el planeta

1.300 millones de toneladas. El dato es apabullante. Más aún cuando cuantifica la cantidad de alimentos que se desperdician en el mundo cada año. En nuestro país, la cifra alcanza casi los 8 millones, según Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Unos datos realmente preocupantes, no solo porque al otro lado de la balanza hay miles de personas que se mueren de hambre, sino también porque el desperdicio alimentario se traduce en gases de efecto invernadero que destruyen el planeta.

Bermejo da las claves para evitar el desperdicio alimentario siempre, pero más aún en una época como la Navidad, en la que uno de sus lemas es "que no falte de nada en la mesa", dice.

- Diseña el menú teniendo en cuenta el número de personas para calcular las cantidades.

- Haz una lista de la compra. Comprueba antes qué alimentos tienes ya y cuáles necesitas comprar. Y, en el mercado, elige siempre alimentos de proximidad o kilómetro cero, "porque si un alimento ha tenido que recorrer más de mil kilómetros para llegar a la mesa, no es sostenible".

- Mantén el orden en la despensa y la nevera. Ambos lugares han de estar ordenados por fecha de caducidad, con los alimentos perecederos más cerca.

- Usa recetas. Es bueno apoyarnos en recetas ya hechaer la posibilidad de repetir que servir grandes cantidades y tirar comida.

- Las sobras, nuevos platos. Utiliza la imaginación pars para desperdiciar menos alimentos.

- Sirve raciones pequeñas. Es preferible siempre ofreca crear nuevas recetas o congela por raciones lo que haya sobrado.

Eso sí, si hay algo que no se puede aprovechar y ha de ir al contendor, recuerda que, si en tu comunidad dispones de contenedor marrón, ahí es donde debes tirar los restos de comida, posos de café, infusiones, servilletas de papel sucias, corchos, cerillas, serrín e incluso los pequeños restos de jardinería como hojarasca, plantas o ramos de flores. Si tu zona no tiene contendor marrón, su lugar es en el de resto, el de color gris.

Las botellas de vidrio son otro de los imprescindibles de todas las casas en Navidad: vino, licor, champagne, cerveza... Éstas solo tienen dos finales: reutilizarlas o tirarlas en el contenedor verde, el famoso 'iglú'. El mismo en el que nunca se deben tirar los vasos o vajillas rotas, estos residuos "hay que tirarlos en el contenedor de restos, el gris", especifica Bermejo.

Los juguetes: donar o reciclar, pero nunca al contenedor amarillo

Quizás sean los juguetes uno de los grandes protagonistas de la Navidad: Papá Noel, el Olentzero, los Reyes Magos… "El 70% de los juguetes que reciben los niños y niñas durante el año se concentran en estas fechas", explica Bermejo. Por eso es tan importante concienciar a los más pequeños: "Para recibir juguetes nuevos, antes hay que aprender a darles una segunda vida, ya sea donándolos o reciclándolos", asegura.

Eso sí, siempre hay que reciclarlos en el punto limpio, nunca en el contenedor amarillo, al que solo deben vertirse los envases de plástico, latas y brics. Aunque puedan parecer de plástico, los juguetes están formados por muchos otros componentes. Por eso, han de ser reciclados en un punto limpio. "Y recuerda que debes comprobar si el juguete tiene pilas o baterías para retirarlas antes y depositarlas también en el punto limpio", apostilla Bermejo.

Y, por supuesto, no nos podemos olvidar de los envoltorios. No hace falta comprar papel nuevo, podemos hacer un envoltorio con papeles de periódico o revistas, por ejemplo. Después, debemos llevarlos a los contenedores azules, donde a través de diferentes procesos de reciclaje pueden convertirse en libretas o libros con lo que evitamos romper el círculo del que habla Bermejo.

Cuidado con dónde tiras la decoración navideña

Quizás ya sea tarde para recordar que es mejor reutilizar la decoración navideña del año anterior. Pero de lo que sí estás a tiempo es de reciclar de forma adecuada aquella que se ha roto este año.

Los espumillones, guirnaldas, bolas… siempre se deben llevar al punto limpio o tirar en el contenedor de resto, en el gris. Aunque puedas pensar que es de plástico, al igual que los juguetes, nunca deben llevarse al contendor amarillo. Aunque muchas veces nos refiramos, de forma errónea, a ese contenedor como "el de los plásticos", debemos recordar que no es así, es el contenedor de los envases: envases de plástico, latas y briks.

Otro elemento navideño con el que tenemos dudas cuando se rompe son los árboles artificiales. "Deben ser tratados de forma específica ya que están construidos con diferentes tipos de plásticos, metal, PVC... que no son biodegradables", explica Bermejo. Así que debemos llevarlos a un punto limpio, donde los profesionales de estos espacios realizarán el tratamiento y la separación adecuada de todos sus elementos para su correcto reciclaje.

Otro de los elementos decorativos navideños por excelencia son las luces: en el árbol, en el belén, en la terraza, colgadas en la ventana… Pongamos donde las pongamos, es importante apagarlas antes de irnos a la cama o salgamos de casa para ahorrar energía y, siempre, intentar que las bombillas sean led. Por supuesto, si se nos rompen y no tienen arreglo, el punto limpio es el lugar adecuado para que puedan reciclarse correctamente. Y, si no sabes cómo reciclar algún objeto concreto, puedes acudir al portal que tiene sobre dudas del reciclaje de Ecoembes.

Llegamos al final del año más atípico de nuestras vidas. Las fiestas navideñas ya están aquí y, aunque este año las reuniones familiares se reduzcan, no debemos descuidar los buenos hábitos que hemos adquirido a lo largo de los años. A día de hoy, en España ya somos 37 millones de personas las que reciclamos a diario. Estemos o no en Navidad, el planeta siempre será nuestro hogar. Por eso, debemos reciclar adecuadamente y consumir con responsabilidad en cualquier época del año.