Andrea ha perdido a su madre en el accidente. La mujer, de 51 años y nacionalidad rumana, había viajado a Roquetas de Mar para pasar unos días de vacaciones con su hija. "Me ha quitado la vida de mi madre, ¿por qué?", explica la joven.
Adriana, su madre, viajaba junto a otras siete personas en una furgoneta de la compañía 'Pablotrans', una empresa de transportes dedicada al traslado de pasajeros desde Roquetas a los aeropuertos del Mediterráneo. En esa ocasión, el furgón partió desde el municipio almeriense a la una de la tarde con destino al Aeropuerto de Manisses. Anoche, Adriana tendría que haber cogido un vuelo de vuelta a su país.
Los ocho ocupantes del vehículo, todos de nacionalidad rumana, fallecieron calcinados después de que un camión se saltara la mediana en la A7, a la altura de Cox, Alicante, y embistiera la furgoneta en la que viajaban lás víctimas, haciendo arder el vehículo.
Entre los fallecidos se encuentran, además, dos menores de cuatro y siete años y sus padres. El conductor del caminón se encuentra actualmente en el hospital de Orihuela, en estado grave, aunque fuera de peligro.
Andrea aún no se explica qué pudo haber causado la tragedia, pero opina que el conductor "no tenía tanta experiencia al volante. Tenía 21 años, muy joven".
Aún se desconocen las causas por las que el camión saltó la mediana, invadiendo los carriles que circulaban en dirección contraria, pero se cree que la colisión pudo deberse a un reventón en la rueda. La Guardia Civil está investigando las posibles causas del accidente. A su vez, trata de localizar a más familiares de las víctimas.
"Todo se está investigando ahora mismo. La empresa que alquiló la furgoneta, la persona que alquiló la furgoneta, etcétera", ha informado Jairo Torres, jefe de tráfico en Valencia.
Los familiares y allegados de las víctimas están recibiendo atención psicológica por parte de la Cruz Roja. Mientras, los cuerpos de los fallecidos se encuentran en el Anatómico Forense de Alicante, lugar donde les están practicando la autopsia.
"Las circunstancias de fallecimiento de las ocho personas han sido terribles. Por eso existe la necesidad de un apoyo psicosocial respetuoso y permanente a lo largo de las horas", ha explicado la psicóloga de Cruz Roja Yira Labrador.
Por su parte, Andrea ha dejado claro que sólo quiere "que se haga justicia porque han matado a mi madre. No descansaré hasta que se resuelva".