La soprano Ainhoa Arteta fue víctima de una violación cuando vivía en Nueva York, según relató la artista en una entrevista en TVE.

"Me sucedió en Nueva York, al principio de estar allí estudiando la carrera. Vivía en una zona que de día era el mercado de la carne, y de noche el de las prostitutas, proxenetas y las drogas", relató Arteta.

El día de la agresión sexual, Arteta regresaba a su casa desde el trabajo, se dedicaba a cuidar de una familia y de una niña pequeña. En el camino de vuelta, su agresor la asaltó. "Ya no solo fue violarme, sino que casi me mata esa persona", explicó.

La agresión sucedió el mismo día que la soprano recibió su primera ópera, volvía a su casa con la partitura de Clorinda en la mano. "Me la tenía que aprender en cuatro días. No tenía tiempo ni para hacer duelo ni para pensar en lo que me había pasado", añade.

Arteta afirma también que, cuando acudió a la Policía para denunciar, los agentes le aseguraron que si no la habían matado "podía estar contenta".

"Es algo que te deja marcado toda tu vida", confiesa y añade que su concepción de la sexualidad "siempre ha sido un problema" tras la traumática agresión. Reconoce que, después de la violación, cuando alguien se le acercaba e intentaba ponerle las manos encima, aunque fuera un simple acercamiento, "saltaba como un auténtico león. Daba miedo".

Gracias a las diversas terapias a las que ha acudido, Ainhoa Arteta puede ahora hablar abiertamente de lo ocurrido hace 29 años. Aunque no fue así siempre: "Estuve una década sin poder verbalizar esta historia".