Varias de las 42 familias afectadas por el incendio registrado la pasada nochevieja en Trintxerpe, Pasaia (Guipúzcoa), han podido acceder a sus hogares para intentar recuperar las pertenencias que se hayan podido salvar de las llamas.

El incendio registrado poco después de la medianoche del pasado miércoles afectó a cuatro bloques, especialmente a dos el 5 y 7 con riesgo de derrumbe, y 42 familias tuvieron que ser desalojadas.

Los accesos a ambos bloques se están desarrollando desde primera hora de la mañana, cuando se les ha autorizado a entrar, en turnos de dos afectados y de uno por cada vivienda durante un tiempo máximo de media hora, todos ellos acompañados por bomberos y técnicos para evitar posibles accidentes.

Los afectados, vestidos con chalecos de alta visibilidad y cascos, se han enfrentado así al catastrófico estado en el que han quedado sus viviendas por primera vez desde que la medianoche del 1 de enero tuvieran que abandonarlas precipitadamente, algunos con tan sólo el pijama que vestían, apremiados por el voraz incendio que devoró en poco tiempo la mayor parte de la cubierta de ambos edificios.

Los bomberos y técnicos municipales trabajaron durante todo el día de ayer para retirar los escombros de mayor envergadura y peso con el fin de que los vecinos pudieran entrar hoy con mayor seguridad a sus viviendas, la mayoría de las cuales han quedado arrasadas por las intensas llamas, el humo y la ingente cantidad de agua que fue necesaria para sofocar el incendio.