La adicción a las nuevas tecnologías y, en especial, al móvil existe, y tras la pandemia el número de adictos ha aumentado. En el hospital Gregorio Marañón han abierto un centro especializado en detectar estas adicciones. En sus primeros estudios, han descubierto que los casos más comunes son adictos al sexo, a los juegos, a las redes sociales y a las compras compulsivas.
Estas adicciones invisibles pueden tener serias consecuencias en nuestra salud. El psicólogo clínico del Hospital Gregorio Marañón, Ricardo Hodann, revela los primeros resultados que han conseguido recoger en el centro hospitalario sobre las adicciones: "Lo que más hemos visto es una adicción al sexo, un 40% y una adicción a juegos patológicos, un 30% El resto es, sobre todo, adicción a videojuegos, compras y redes sociales".
Los médicos han definido tres grupos: los que no sufren adicción, los que son considerados de riesgo y los que requieren atención inmediata. En este sentido, Ignacio Civeira, psiquiatra del hospital, indica que el tratamiento puede durar "de 12 a 24 semanas, en las que el paciente es tratado por un equipo multidisciplinar".
Además, tras el verano, los profesionales prevén que la atención se dispare en el centro: "Con nuestra herramienta, podemos valorar una adicción a más de 100 pacientes semanales".
Por este motivo, ante la duda, los médicos recomiendan pedir una cita, algo que pueden hacer de manera online a través de la página web. "Van a recibir un correo en el que se les informa si tienen un uso problemático y qué hacer a partir de ese momento", explica Ricardo Hodann.
De los pacientes atendidos hasta ahora en el centro, el 75% presenta una adicción y tiene que entrar en el programa de tratamiento. "Fundamentalmente, el tratamiento va a ser llevado a cabo de forma ambulatoria, aunque realizaremos un ingreso si es pertinente", indica Civiera. Con esto, se busca atajar un problema de adicción que lleva creciendo hace años y que se ha agravado durante la pandemia.
Nomofobia, el miedo a estar desconectado
Actualmente, existen muchas personas que sienten que ya no pueden estar sin su teléfono móvil, un problema que cada vez se ha ido acrecentando más. La mensajería, las llamadas de voz y mirar la hora es lo que más utilizamos. Aunque a veces, esta última, se convierta en una excusa para volver a mirar el teléfono.
Lo cierto es que gestos como desbloquear el teléfono los hacemos una media de entre 200 y 350 veces al día. Miramos el teléfono móvil una vez cada cuatro minutos cuanto estamos despiertos. Por este motivo, el Tech Sabbath `propone estar desconectado una vez a la semana, un reto que muchos ven imposible de conseguir. "Yo no podría estar 24 horas sin mi móvil", reconoce una persona.
Por su parte, los expertos advierten de que todo lo que "genera una necesidad, va a generar una adicción". Por este motivo, es tan importante tener cuidado con el uso que hacemos de la tecnología.
La psicóloga Ainara Zubeldia advierte de las graves consecuencias que esto puede tener para niños y adolescentes. "Hay un exceso de información pero sin formación. Vamos a encontrarnos con problemas de autoestima por las continuas comparativas, los estándares que se ponen en las redes sociales...".
Pasamos antas horas con los teléfonos que a veces se nos olvida que la vida real está ahí fuera y lo único que necesitamos es desconectar.
Una casa para Pepica
Pepica, con 89 años, perdió su hogar en la DANA: su familia lanza campaña en redes para reconstruir su casa
Su historia El 29 de octubre de 2024, la riada arrasó con la casa de Pepica. Su hijo la salvó abriendo una salida improvisada. Ahora, su familia impulsa un crowdfunding para reconstruir su hogar y recuperar lo perdido.