En la historia del matrimonio Barnett, de la que se han hecho eco medios internacionales por su siniestro parecido con la película 'La Huérfana', abundan las contradicciones entre las versiones de sus protagonistas.

En 2010, esta pareja de Indiana (EEUU) adoptó a Natalia Grace, una niña ucraniana de siete años. Dos años después, presuntamente la abandonaron, por lo que ambos han sido imputados. Sin embargo, según la madre, la 'niña' en realidad era una mujer adulta con enanismo que se hacía pasar por una menor y "quería matarles".

Su versión, no obstante, choca con la de la Policía, que según publica 'The Washington Post', apunta a que los padres cambiaron de 11 a 22 años la edad de Natalia Grace en sus documentos oficiales para mudarse a Canadá y dejarla sola, dado que así ya contaría con la mayoría de edad. Las autoridades, que indican que la menor padece un trastorno del crecimiento que le provoca enanismo, no han sabido explicar cómo consiguieron hacerlo.

No obstante, en declaraciones recogidas por el 'Daily Mail', Kristine sostiene que su hija adoptiva no solo era mayor de edad, sino que además "hacía afirmaciones y dibujos diciendo que quería matar a miembros de la familia, enrollarlos en una manta y enterrarlos en un patio". Por eso, dice, le alquilaron un piso y se marcharon del país con sus otros hijos.

Los padres, que actualmente están divorciados, además se contradicen entre ellos, según el citado medio estadounidense: el padre, Michael, admitió ante los investigadores que la niña era menor en el momento de la adopción y que alteraron su edad en los documentos legales para dejarla sola. Además, dijo a los agentes que su esposa la instruyó para que dijera que tenía 22 años si le preguntaban.

Versiones contradictorias

Cuando los Barnett adoptaron a Natalia Grace, sus papeles decían que tenía siete años, pero la pareja empezó a dudar y, según muestran los informes judiciales, sometieron a la niña a varias pruebas médicas para determinar si esa era realmente su edad.

En 2010, el mismo año en que fue adoptada, un médico estimó que la niña tenía ocho años. En 2012, otro doctor examinó su esqueleto y determinó que probablemente tenía 11, uno más de lo que indicó el primer facultativo. Según las autoridades, fue ese año cuando los Barnett cambiaron los registros legales y modificaron su edad de 11 a 22 años.

Según Kristine, sin embargo, otro especialista habría dejado por escrito que la edad atribuida a su hija era "claramente inexacta", basándose en sus registros dentales y su desarrollo sexual. Así lo recoge una carta que presentó la madre a la cadena televisiva 'WISH TV', pero cuya autenticidad no ha podido ser confirmada, ya que los médicos de ese centro han rechazado hacer declaraciones al respecto.

En este mismo documento, que ahora está utilizando su defensa, se indica que Natalia Grace fue diagnosticada con sociopatía y que ella misma admitía ser mayor de edad. Un engaño del que, asegura este supuesto especialista, Natalia "hizo carrera".

Imagen de Natalia Grace

"Los medios me acusan de ser una maltratadora de niños, pero no hay ninguna niña aquí", insiste la madre en sus declaraciones al 'Daily Mail', donde llega a decir que Natalia "saltaba de coches en movimiento y "esparcía sangre por los espejos". También afirma que la vio "poner químicos y lejía" en su café y tras preguntarle qué hacía, ella le respondió: "Estoy intentando envenenarte".