El acusado de la violación de una joven de 16 años al salir de una discoteca de Igualada (Barcelona) la noche del 1 de noviembre de 2021 ha negado los hechos y ha asegurado que no se reconoce en las grabaciones de las 155 cámaras de seguridad que estudiaron los Mossos d'Esquadra para identificarle y que “no recuerdo nada”.
El implicado ha relatado que esa noche salió de fiesta con unos amigos y bebió "bastante" y tomó drogas, pero ha negado recordar el rato que estuvo con ellos. "Me discutí, no me acuerdo muy bien por qué con un amigo. Seguí bebiendo. Estaba bastante mal, no podía ni caminar", ha asegurado. Al ser preguntado por si en algún momento de la noche cometió los hechos, lo ha negado rotundamente: "No".
También se ha referido a la chaqueta en la que los agentes de los Mossos d'Esquadra hallaron ADN de la víctima: "El día que salí de fiesta me la encontré porque la mía la perdí". El acusado ha manifestado que tenía "varios problemas con amigos y familiares", motivo por el que empezó a beber sin control y a consumir drogas, aunque nunca se ha sometido a ningún tratamiento para remediarlo.
Una violencia extrema y unas heridas terribles. Los presentes en el juicio han asegurado que en 10 años de servicio jamás habían visto nada semejante. De hecho creen que utilizó algún tipo de objeto como una barra. esta conducta criminal indica que podríamos estar ante delincuente sexual homicida, es decir no buscaba solo satisfacción sexual
Por eso la violó y golpeó de forma salvaje y la dejó abandonada. Horas después la encontraron los camioneros viva, lo que fue casi un milagro. Y han avisado, el 70% de estos agresores vuelven a reincidir. De hecho Brian ya había cometido otras tres terribles agresiones sexuales
Las forenses que atendieron a la víctima han asegurado que sus secuelas pueden ser de por vida. Unas declaraciones que el detenido ha escuchado de nuevo sin inmutarse, sin bajar la mirada ni un solo momento, totalmente impasible.
Primera declaración ante el juez
Los padres de uno de los menores agredidos en Vigo denuncian que su hijo "recibe amenazas de 200 teléfonos" y que los agresores siguen en libertad
El contexto Decenas de menores han recibido palizas por parte de jóvenes violentos de su misma edad que les obligan a ponerse de rodillas y recibir todo tipo de humillaciones.