El 99 % de la población mundial respira aire con niveles de contaminación superiores a los que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS). El porcentaje supone en cifras absolutas aproximadas unos 7.700 millones de personas.

La OMS ha calculado estas cifras al analizar los datos de estaciones de control de calidad de aire en 6.000 ciudades de 117 países, y comparándolos con los estándares de aire limpio que fijó el año pasado la OMS, más estrictos que los que había anteriormente.

Entre los datos que arroja este informe, destaca que un 99 % de las ciudades en países con ingresos medios y bajos y un 17 % de las naciones más ricas no cumplen con los estándares respecto a materias en suspensión, ni en el caso de las PM10 (10 micras de diámetro) ni en las más nocivas PM2.5 (con un diámetro inferior a 2,5 micras).

Las partículas PM2.6, las más peligrosas para la salud

Concretamente, el año pasado la OMS fijó su recomendación de las partículas PM2.5 a menos de 15 microgramos por metro cúbico de aire (antes eran 25), una cifra que, por ejemplo, multiplica por 30 la ciudad india de Ahmedabad, la que muestra peores cifras en este caso.

De las 20 peores mediciones de partículas PM2.5 según el estudio, 18 se encuentran en localizaciones de la India, dos en la vecina Bangladesh y una en China.

La singularidad de las partículas PM2.5 son las más nocivas para la salud. Su pequeño tamaño hace que se puedan introducir en los pulmones y acceder al flujo sanguíneo y contribuir así a problemas cardiovasculares y cerebrovasculares, además de a dolencias respiratorias.

Por otro lado, los niveles del dióxido de nitrógeno, otro importante contaminante asociado al asma y otros problemas respiratorios, son más altos que los recomendados por la OMS en el 77 % de las ciudades que miden este tipo de polución.

"Tras sobrevivir a una pandemia, es inaceptable que todavía haya siete millones de muertes prevenibles y una cifra incalculable de años de buena salud", ha destacado al conocerse estos datos la directora de Salud y Medio Ambiente de la OMS, la española María Neira.

La OMS reclama medidas

Las negativas cifras de la calidad del aire ponen de manifiesto la importancia de tomar medidas urgentes. Así lo ha destacado la OMS al presentar su informe, al pedir una transición hacia el uso de energías limpias en la cocina, la calefacción y la iluminación, la puesta en marcha de controles más estrictos de emisión para los vehículos, y un desarrollo más amplio de los transportes públicos y las vías peatonales y ciclistas.

La organización también pide reducir la incineración de desechos en el sector agrícola, la reducción de la producción de carbón vegetal, e invertir en mayor eficiencia energética a la hora de diseñar viviendas, centrales o industrias.