Ricard Pagés, exdirector de la Caixa Penedés, está acusado de adjudicarse de forma ilegal una jubilación de 11 millones de euros. El número dos de la Caja era el primero en advertir ante el juez que le parecería discriminatorio no cobrar esas pensiones.
Su abogado suavizaba la afirmación, pero el exdirectivo Manuel Troyano lo ha repetido ante el juez. Ha dicho que él se limitaba a firmar documentos. Se refiere a Jaume Jorba que también estaba imputado por haberse concedido otra pensión millonaria pero que ya ha fallecido.
Quien tampoco sospechó ha sido el tercer acusado, Juan Caellas. Se trataba de homologar a todos los empleados: cualquier empleado de la caja podía llevarse una indemnización.
Son los primeros gestores que se sientan en el banquillo por adjudicarse indemnizaciones tan elevadas. Casi 30 millones de euros a espaldas de la entidad. Quizá por eso no querían que las cámaras plasmaran el momento.
El ministerio público exige que devuelvan las cantidades que percibieron y pide para Pagés tres años y medio de cárcel. Para los que le acompañan, el fiscal solicita tres años de prisión.