El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no cree que sea "bueno para España ni para el PP" que él se vaya "porque lo quieran el señor Rivera u otros". "Otra cosa es que lo quieran los españoles y los de mi partido", ha apostillado Rajoy, quien además ha asegurado que en ningún momento se ha planteado echarse a un lado.
En una entrevista en la Cadena Ser, Rajoy ha admitido que "nadie es imprescindible" pero ha recordado que él es el candidato del PP, ha insistido en que "nadie de un partido es quién para elegir al líder de otro", y por eso ésta le parece una discusión "muy poco propia de un sistema político avanzado".
También ha aprovechado para defender a Cañete, y ha evitado pedir explicaciones al que fuera su ministro y actual comisario europeo, Miguel Arias Cañete, por no inhibirse en la aprobación de la amnistía fiscal a la que se acogió su mujer.
"El problema es que no sabemos si el ministro sabía si esa medida iba a beneficiar o no a su familia", ha dicho. También dice que no sabe qué hizo Soria "a principios de los 90" pero cree su explicación de que no se acordaba de sus sociedades offshore.
Rajoy espera que "en unos días" España pueda acoger a 435 refugiados, 150 de ellos procedentes de Grecia y 285 de Turquía. Rajoy ha recordado que España se ha comprometido a reasentar 1.700 personas de fuera de la UE y 15.000 de Grecia e Italia, pero que hasta ahora sólo ha sido posible que hayan llegado 18.
Ha explicado que en este proceso intervienen muchos países y agentes y ha comentado que España fue a Italia a los pocos días de comprometerse con las cifras de reasentamiento para hacerse cargo de 50 personas y sólo pudo hacerlo con esos 18.
Sobre los datos del paro, considera que son "una buena noticia" que permite seguir aspirando a su objetivo de que al final de la próxima legislatura haya veinte millones de personas trabajando. "Caminamos en la buena dirección. Vamos por el buen camino, pero queda mucho aún", ha subrayado Rajoy, quien ha contrastado el actual ritmo de descenso del desempleo con el crecimiento del paro con el que se encontró cuando llegó al Gobierno a finales de 2011.