El president de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha
asegurado que "Cataluña vive una hora grave" tras conocerse la sentencia del juicio del procés, que condena a los líderes del 1-O a penas de entre 9 y 13
años de cárcel por delitos de sedición.
Torra, que ha comparecido en la Galería Gótica del Palau de
la Generalitat, ha mostrado su total rechazo a la sentencia del Tribunal
Supermo. "El Govern y yo mismo rechazamos estas sentencias por injustas y
antidemocráticas", ha señalado.
El president ha definido a los condenados como "12 personas
honorables y pacíficas" y querido remarcar que "cumplieron aquello que muchos
ciudadanos desean": "Trabajaron para llegar de manera acordada a un referéndum
con el Estado español".
En su discurso también ha anunciado que durante la tarde de
este lunes enviará al rey Felipe VI y al presidente del Gobierno en funciones,
Pedro Sánchez, unas cartas pidiendo una "reunión urgente" para "tratar la crisis
que se abre con la sentencia".
"La reivindicación del derecho de autodeterminación
nunca ha tenido una respuesta positiva de España. Hacer un referéndum no es un
delito. Ni siquiera está contemplado en el código penal", ha señalado,
asegurando que "se han vulnerado los derechos fundamentales de los
catalanes".
"La democracia consiste en proteger esos derechos y no
vulnerarlos. La acusación y la sentencia son extensivas a millones de
catalanes. Exigimos la amnistía. La amenaza, la prisión y el castigo no son
solución de nada. Eso es herencia de la dictadura, no un rasgo de la
democracia", ha apuntado.
Torra también ha querido dejar claro que el objetivo del
Govern que preside es "avanzar hacia la república catalana sin excusas". "Su
sacrificio no será en vano. La sociedad catalana sabrá responder con
determinación, responsabilidad, firmeza, democráticamente. Nuestra causa es
justa, porque la causa de la libertad es justa", ha zanjado.
Condenas de hasta 13 años de prisión para los líderes del procés
El Tribunal Supremo ha descartado el delito de rebelión para los 12 acusados, que era el que conllevaba las penas más cuantiosas.
Mientras que el exvicepresident Oriol Junqueras ha sido quien ha recibido la sentencia más dura, con 13 años de prisión y 13 de inhabilitación absoluta, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa ha sido sentenciados a 12 años de cárcel y 12 de inhabilitación. Todos ellos por un delito de sedición.
Los activistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han sido condenados a 9 años de prisión también por sedición. Asimismo, el Supremo condena por el delito de sedición a Carme Forcadell a las penas de 11 años y 6 meses de prisión e igual tiempo de inhabilitación absoluta; a Joaquim Forn y Josep Rull, a las penas de 10 años y 6 meses de prisión y 10 años y 6 meses de inhabilitación absoluta; y a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, a las penas de 9 años de prisión y 9 años de inhabilitación.
En cuanto a Santiago Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó,
son condenados cada uno de ellos como autores de un delito de desobediencia a
las penas de 10 meses de multa.