Fue en plena campaña por las pasadas elecciones madrileñas cuando el nombre del grupo de ultraderecha Bastión Frontal obtuvo, de cara a la opinión pública, nombre y rostro por vez primera: su líder, el veinteañero Rodrigo M.P., se encaró con el candidato de Unidas Podemos, el exministro y exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, al grito de “fuera la casta de nuestros barrios”. Aunque en las últimas horas ha vuelto a retumbar: el joven ha sido detenido y se las ha de ver con la Justicia, por otros motivos.

Porque la acción contra Iglesias resumía todo lo que defiende Rodrigo, conocido en su entorno como Rodrigo Bastión, y lo que le ha llevado a liderar la organización neonazi: el llamado “activismo callejero de corte fascista”, según fuentes policiales consultadas por laSexta.com. Esto es: moverse con actividades llamativas por barrios donde habita “la ultraizquierda o la lucha de izquierda más moderada y defender un fascismo total: siguen la ideología de Hitler, el nacionalsocialismo”.

Ahora, Rodrigo está en prisión y se enfrenta a un juicio tras ser detenido por la Policía Nacional acusado de un presunto delito de lesiones agravadas por alevosía, tras propinar la pasada semana una brutal paliza a otro hombre ultraderechista catalán afín a su organización, que tuvo que ser hospitalizado de urgencia.

La víctima sufrió, entre otras lesiones, una fractura de mandíbula, resultado de una agresión acometida por la espalda, perdió el conocimiento en el momento, y no pudo defenderse, según fuentes policiales. El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid ha decretado su entrada en prisión. Pero, ¿qué es Bastión Frontal y por qué la Policía no les quita el ojo de encima?

"Fascistas y nacionalsocialistas"

Ellos mismos se definen como “una organización juvenil cuyo fin primero es conseguir normalizar entre las personas una posición ideológica distinta entre la izquierda y derecha, progresismo y conservadurismo. Queremos normalizar la ideología nacionalsocialista”, admite la falangista Isabel Medina Peralta, miembro directivo del grupo, en conversación con laSexta.com.

Esta nitidez a la hora de proclamar su creencia fascista hace que la Policía no dude ni un segundo en calificarlos de “tercerposicionistas de modelo hitleriano”. Esto es: “un grupo de un fascismo total: siguen la ideología de Hitler, el nacionalsocialismo”, comentan fuentes policiales a laSexta.com.

“Todos los potenciales radicalismos, tanto de ultraizquierda o ultraderecha, siempre están controlados por las fuerzas y cuerpos de seguridad”, insisten desde la investigación, que añaden que, cuando hay organizaciones “con un corte potencialmente radical”, se centran en intentar “controlar e identificar previamente por si dan un paso hacia la violencia”.

Activos desde el inicio de la pandemia

Es el caso de Bastión Frontal. El grupo arranca en 2020, al inicio de la pandemia. Primero con actividad por redes sociales; después, con manifestaciones y protestas callejeras. Tienen presencia, explican fuentes cercanas al caso, en Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura, además de en ciudades como Valencia, Zaragoza o Sevilla. “Intentaron expandirse por Murcia o Castellón, pero no lo han conseguido”, puntualizan.

La organización neonazi la conforman, en una horquilla que varía, dado “el momento de expansión que están viviendo”, entre 150 y 200 personas. “Van por épocas”, comentan fuentes policiales. “A veces más, a veces menos”.

“Son un heredero de Hogar Social Madrid [el grupo también ultra que encabezaba Melisa Domínguez]. No son los mismos, pero muchos vienen de ahí. Bastión Frontal es un proyecto que coge el relevo”, especifican las fuentes consultadas. “No han hecho nada grave aún, esto ha sido entre ellos, han tenido algún enfrentamiento, pero son de las organizaciones más significativas actualmente”.

Neonazis, xenófobos y homófobos

¿Y qué es? Las fuerzas de seguridad del Estado lo tienen claro. En estos casi dos años de vida, han promovido y protagonizado actos de acoso contra menores inmigrantes. La Policía recordó, en el momento de su detención hace unos días, que "adquirieron notoriedad" en mayo de 2021 cuando protestaron frente a la Embajada de Marruecos en Madrid y ocasionaron incidentes con las fuerzas de orden público.

Es más: la Fiscalía de Madrid presentó una denuncia contra Bastión Frontal, autodenominados " Movimiento Nacional Juvenil", por delito de odio al difundir informaciones falsas sobre niños y adolescentes inmigrantes y por participar en campañas ultras.

“Son un foco de robo, delincuencia y violaciones. Los barrios se han convertido en zonas inseguras y violentas. No los queremos ni en los barrios ni en las ciudades [...] Los queremos fuera de nuestras fronteras", rezaba uno de los mensajes lanzados por Bastión Frontal que recogía la Fiscalía en su denuncia. Son, según sus propias proclamas, también homófobos y negacionistas del holocausto judío a manos de los nazis.

"Convencidos políticamente"

Es por ello que les siguen la pista de cerca. “Hay que estar preventivos con estos. Están creciendo. Aún no son graves, pero no les podemos perder de vista”, ahondan.

Por jóvenes que sean sus integrantes, tienen experiencia en la militancia. Sea Hogar Social Madrid, sean otros grupos de ultraderecha. Es el caso de Rodrigo. “Ha aprendido y lo ha aplicado: ha visto por dónde pueden ir para tener empujón y no cometer los errores de otros grupos”, afirman fuentes policiales.

“Aunque son muy jóvenes, tienen una experiencia política bastante amplia. Llevan desde los 12-13 años. Están muy convencidos políticamente y han vivido con gente más mayor que ellos que les han ido guiando”. Ellos mismos buscan ese poso previo para formalizar su paso con el grupo.

Lo señala Isabel Medina Peralta: “El requisito [para formar parte de Bastión Frontal] es tener formación previa ideológica [básicamente, haber ahondado en la teoría sobre las ideas que defiende el nacionalsocialismo y el fascismo]. Si no, conlleva malentendidos, malas posiciones para el grupo. Que quien se meta ha de saber lo que está defendiendo”.