Los independentistas han colocado la primera piedra sobre la que edificar su nuevo estado. Una resolución que deja claro el objetivo de iniciar el proceso de desconexión.

La voluntad queda reflejada en todo el documento, que habla de proceso constituyente no subordinado. Esto es, la creación de un estado independiente y de proceso de desconexión democrática no supeditado a lo que diga España y, en particular, el Constitucional.

"Es un acto que pretende situar al parlament y a las instituciones fuera de la ley vigente", ha señalado Miquel Iceta, secretario general del PSC.

La resolución insta al futuro gobierno a ponerse en marcha. En este sentido, le da 30 días para iniciar la andadura de una Seguridad Social y Hacienda propias, y le pide que sólo cumpla las leyes que emanen del Parlament.

"Esta resolución es aplicable a un futuro gobierno. Por lo tanto, está condicionada a que lo haya", ha explicado el número uno de Junts pel Sí, Raül Romeva.

Se quieren poner en marcha mecanismos de Estado sin Gobierno para pilotar esa transición ni el nuevo Estado. "Se presentan con un programa y parece que ya les da licencia para hacerlo como quieran", ha considerado la portavoz de Ciudadanos en el Parlament catalán, Inés Arrimadas.

Una manera que incluye un anexo, que destilando aroma CUP, añade medidas sociales relacionadas con pobreza energética, sanidad, educación, refugiados aborto o deuda.

No se habla explícitamente de desobedecer, pero se buscan vías para ignorar leyes estatales o reflotar leyes catalanas suspendidas por el Constitucional.