Miles de jóvenes de toda España se 'enfrentan' ahora mismo a los exámenes de Evaluación para el Acceso a la Universidad (EBAU); pruebas que podrían definir de forma decisiva su futuro laboral. Sin embargo, se da la circunstancia de que, en esta ocasión, estos exámenes se están llevando a cabo en un marco de auténtica excepcionalidad, pues se están celebrando con la pandemia de coronavirus aún muy presente en prácticamente la totalidad del territorio nacional. Así, las mascarillas se han vuelto tan habituales como los bolígrafos y lápices en esta evaluación.

También los nervios, las dudas y los miedos, y no sólo por las propias pruebas. Son muchos los estudiantes que han temido -y, de hecho, aún temen- contagiarse de COVID-19 antes de realizar los exámenes. Pero ¿qué pasa si tienes síntomas de coronavirus? ¿Y si no tienes síntomas, pero sí el virus? ¿Y si has estado en contacto estrecho con una persona que sí está contagiada de coronavirus? Son preguntas que no sólo se han hecho desde el sector educativo, también desde Sanidad.

El Ministerio ha trabajado con una serie de medidas y recomendaciones para evitar en lo posible los contagios durante el periodo de evaluación actual. Así, según se recoge en un documento expuesto por el departamento, no podrán acceder al centro educativo a realizar un determinado examen "aquellas personas con síntomas compatibles con COVID-19, aquellas a las que se les haya diagnosticado la enfermedad aunque no presenten síntomas y que no hayan finalizado el periodo de aislamiento domiciliario requerido".

Tampoco podrán hacerlo las personas "que se encuentren en período de cuarentena por haber tenido contacto estrecho con alguna persona diagnosticada de COVID-19". En estos casos, según precisa Sanidad, es preciso y necesario quedarse en casa y cumplir con las recomendaciones sanitarias. En este sentido, apuntan desde Sanidad que "se debe facilitar un canal de comunicación para que los candidatos puedan avisar de dicha situación, y se busquen alternativas de evaluación, de cara a no menoscabar sus opciones de elección de plaza universitaria".

¿Cuáles son esas alternativas? Depende de la comunidad en la que el alumno haga la prueba, pues la organización de la prueba, aunque se celebra en todo el país, depende de las comisiones organizadoras de cada autonomía, en las que se pueden encontrar miembros de las consejerías de Educación y las universidades. Desde la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (Crue) han confirmado que la situación de los candidatos afectados por alguno de los casos anteriormente mencionados sería idéntica a la de estudiantes que, en otros años, no pudieron presentarse a las pruebas por otros motivos médicos.

Esto quiere decir que, si esos motivos están debidamente justificados, las propias comisiones organizadoras de la prueba en cada región podrán conceder a esos alumnos afectados soluciones que van desde el cambio de fecha para llevar a cabo esta evaluación hasta la realización de la misma de forma online, sin necesidad de estar presencial. Otra alternativa, claro, es presentarse a una convocatoria de carácter extraordinario, aunque puede haber otras opciones dispuestas por cada región para atender de forma correcta y coherente al amplio abanico de situaciones que se pueden dar entre los alumnos a consecuencia de la crisis sanitaria.

Medidas a tener en cuenta en la EBAU

Sanidad también ha exhibido en su documento sobre medidas sanitarias en la prueba de evaluación algunas de las recomendaciones que cree necesario advertir para impedir todo lo posible la propagación del virus; entre ellas, la ventilación y limpieza de las zonas usadas por profesorado, alumnado y demás trabajadores antes, durante y después del desarrollo del examen, habilitar un aula para aislamiento donde puedan retirarse personas que inicien síntomas compatibles con COVID-19 y no puedan dejar el recinto inmediatamente.

En este sentido, también aconsejan posibilitar que se registre la ubicación de los alumnos en las aulas para facilitar el seguimiento epidemiológico si hubiese algún caso y tener destinado una o varias personas como responsables COVID-19 que sepan actuar ante la aparición de sospecha de casos o cualquier incidencia. Todo esto teniendo en cuenta la necesidad de "facilitar medidas que eviten aglomeraciones y desplazamientos innecesarios de personas".

Por ejemplo, ampliar el número de sedes del examen, distribuir el alumnado en un mayor número de aulas, a fin de reducir los aforos de los espacios, e informarlo con antelación, reducir el aforo de los aseos y servicios, limitar todo lo posible la coincidencia en tiempo y espacio de exámenes en la misma zona del edificio donde se realicen, escalonar las entradas y salidas a los lugares de examen o permitir al alumnado acudir a las sedes más cercanas a su domicilio para reducir los desplazamientos y limitar los contactos, entre otras.