Antes de empezar, Ana Pastor ya advirtió que iba a hablar porque no lo hace "nunca" y cumplió su promesa: "Garzón, los hombres cuando se casan cambian, se ponen más monos, vienen más arreglados… el primer año".

Estaba tan suelta que fue la primera en reconocer que el cupo vasco fue cupón: "Aitor recibe un premio, pero recibió un premio el otro día que se llama cupón".

Demostró tener vigilados a los diputados dentro del Congreso: "Imagínese el pasillo del Congreso, pasa Rivera y habla menos de diez minutos ¿Qué piensan? Pues que no era Rivera. Si Pablo Iglesias ve un micrófono y no se para es que no era Pablo Iglesias".

También los tiene controlados fuera del Hemiciclo: "El cocido de Errejón en Instagram, por favor, entren y vean". Tuvo hasta para Mariano Rajoy: "Señor presidente, y mira para los lados porque no tiene ganas de hablar en segunda respuesta".

La que sí tuvo muchas ganas de hablar y fue muy aduladora fue Dolors Montserrat: "Me encanta como camina (Rajoy), lo encuentro guapo e interesante".

También con humor, aprovechando el premio de azote al Gobierno, Irene Montero dejó un mensaje político: "Para mí el mayor premio será que, el año que viene, este premio se lo entreguéis a Hernando o a Sáenz de Santamaría porque nosotros estemos en el Gobierno".