Máxima expectación en el Tribunal Supremo. La de Mariano Rajoy era una de las intervenciones más esperadas en el marco del juicio del 'procés' por la independencia de Cataluña. El expresidente ha explicado las decisiones que tomó su Gobierno para frenar la celebración del 1-O y los consiguientes movimientos del bloque independentista en Cataluña.

Si bien ha afirmado que se entrevistó hasta "en seis oportunidades con Artur Mas", Rajoy ha precisado que "no había nada de qué hablar cuando en las conversaciones salía liquidar la soberanía nacional". En este sentido, el expresidente ha asegurado que ellos "eran conscientes de que no iba a autorizar un referéndum para liquidar la soberanía nacional".

"Les dije que el referéndum no solo lo tenían que autorizar las Cortes, sino el pueblo español", ha manifestado Rajoy, a lo que ha añadido: "Es el pueblo español el que decide lo que es España, y no los representantes de una comunidad autónoma". En este sentido, el expresidente se ha mostrado tajante: "Lo que se convocó no era un referéndum. La Junta Electoral Central dejó sentado que no lo hubo".

En contraposición, ha continuado Rajoy, los representantes de la Generalitat "dejaban claro que ellos iban a hacer el referéndum sí o sí". A ello se ha referido Vox, que actúa como acusación popular en el juicio del 'procés', para preguntar al expresidente del Gobierno por la operación policial diseñada para frenar la puesta en marcha del 1-O.

Rajoy ha empezado diciendo que "se tomaron muchas decisiones, policiales o en Hacienda, para evitar la celebración del referéndum", y ha confirmado que "la decisión de mandar policías y guardias civiles a Cataluña se comunicó a la Generalitat". Fue a razón de la "situación excepcional" que vivía la comunidad, según ha destacado Rajoy, por lo que tomaron "la decisión de aplicar por primera vez en España el artículo 155 de la Constitución".

"Era excepcional que miles de personas intentaran evitar actuaciones ordenadas por los jueces", ha remarcado el expresidente del Gobierno, que se ha mostrado rotundo a la hora de expresar que "ningún presidente puede aceptar que alguien pretenda liquidar la legalidad de un país". No obstante, cuando Vox le ha preguntado por qué el Gobierno no decidió aplicar los estados de excepción y de sitio en Cataluña, Rajoy ha respondido de forma idéntica que Soraya Sáenz de Santamaría: "Afectan a los derechos fundamentales de las personas".

Así, Rajoy ha precisado que había voluntad de diálogo con Cataluña por parte del Gobierno: "Fuimos muy prudentes, incluso dimos la posibilidad de rectificar a quienes se habían equivocado". Y ha añadido: "Invité a Puigdemont a que fuera a las Cortes a defender sus decisiones. Pudo ir al Senado o al Congreso a plantear sus ideas y no quiso hacerlo". Por ello, ha vuelto a recordar que "España es lo que quieran los españoles, no lo que quiera una parte".

El expresidente también ha contestado a las preguntas de Francesc Homs, defensor de Jordi Sànchez, Josep Rull, Meritxell Borràs y Jordi Turull. En referencia a la posible participación del lehendakari Urkullu como mediador en el conlicto, Rajoy ha afirmado que "le llamaron muchas personas para intentar mediar". "Con algunos hablé en persona", ha apuntado, si bien ha precisado que "a quien quiso mediar" dejó claro que no negocia "el cumplimiento de la ley o la soberanía nacional".