Mariano Rajoy ha salido ante los medios a defender su eslogan, el de repetir que “vamos en la buena dirección”, y ha cerrado el curso político sacando pecho de las medidas económicas adoptadas por su Gobierno. “Crecemos con fuerza gracias a la competitividad de nuestra economía”, dice el presidente del Gobierno.
Sobre si los ciudadanos perciben ese optimismo económico del que habla el presidente, Mariano Rajoy defiende que “los españoles empiezan a percibir la mejoría”. Una mejoría que, según él, se nota “en todos los aspectos”, incluso en el más urgente e importante, el empleo.
Preguntado por el rescate del sistema financiero, Rajoy afirma que se adoptó “la salida más barata” y “la mejor” para las entidades financieras. Asegura el presidente que el Gobierno tenía dos opciones, “mantener las entidades o hacerlas quebrar”, y optó por la primera para que los bancos “pagasen los depósitos de los clientes, los fondos de inversiones o los de inversión”.
También ha hablado sobre la reforma fiscal, cuya aprobación devolverá, según el propio Rajoy, “nueve millones de euros al bolsillo de los contribuyentes”. Sin embargo, los técnicos de Hacienda creen que algunos contribuyentes pagarán más, en concreto aquellos tramos que estén entre 12.000 y 33.000 euros.
Antes de irse de vacaciones, el presidente del Gobierno ha confirmado que revisará al alza la previsión de crecimiento y empleo de la economía española, dado que, en palabras del propio Rajoy, “las cosas van mejor de lo previsto”.