Manuel Moix ocultó su participación en la compañía panameña al órgano que vela por el cumplimiento del régimen de incompatibilidades.

Pese a que el fiscal jefe Anticorrupción dice que tal incompatibilidad no existe, el artículo 57 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal es muy claro. En su punto 8 dice que el ejercicio de cargos fiscales es incompatible con las funciones de socio colectivo en sociedades o empresas mercantiles de cualquier género.

Moix asegura que él no encaja en esos supuestos porque no es director ni socio colectivo, pero el artículo no entra en si se se hace alguna actividad o no. "No debe estar ni un minuto más, y si no dimite él debe ser el fiscal general quien le saque del cargo", afirma el portavoz de APIF, Miguel Pallarés.

Moix tampoco informó sobre la empresa a su jefe, el fiscal general del Estado, hasta que supo que Infolibre iba a publicar la información. Además, dice que no la liquidó en más de cinco años porque costaba "unos 90.000 euros" y uno de sus hermanos no podía afrontarlo.

Pero es que tampoco cambió a los testaferros profesionales que aparecen como directivos de la empresa en todos estos años.

Lo que sí hizo fue declarar su participación en la empresa offshore presentando el modelo 720 sobre bienes en el extranjero en el que valoraba su participación en 225.00 euros y pagó casi 3.800 euros de impuestos.

A pesar de lo cual, Moix ya no descarta la dimisión porque no tiene "ningún apego al cargo". Una decisión que depende de su reunión con José Manuel Maza.