Para el Partido Popular la encuesta del CIS "es sólo una encuesta" que muestra "tendencias" en un contexto determinado. Le restan así importancia a la consolidación de Podemos como primera fuerza política en intención de voto, y a las señales que evidencian el fin del bipartidismo. Desde Génova insisten en que esos datos se deben a la situación de crisis y a los últimos casos de corrupción destapados por la justicia, y defienden que los resultados serán otros cuando llegue el momento de acudir a las urnas.

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, tiene "bien claro" que Podemos es un partido "populista", de "extrema izquierda", cuyo "modelo" es Venezuela, y que es "muy peligroso para la democracia y para todo lo conseguido en este país". Considera que sus propuestas son "generalistas", algo que para ella es signo de que la formación de Iglesias "nos puede estar mintiendo".

El PP insiste: "Una encuesta sólo es una encuesta"

Para Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, sería un gran error desandar lo avanzado y apuesta por mantener el rumbo. "Lo que hay que hacer es seguir trabajando y seguir haciendo reformas".

Santamaría insiste en que uno de los objetivos principales del Gobierno es "recuperar la confianza de la ciudadanía en la política", aunque por su argumento los que opinen esos ciudadanos en las encuestas no es tan relevante. "Las encuestas demuestran la tendencia en un momento concreto y son interesantes desde el punto de vista social".

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha llamado a no caer en el "catastrofismo" y ha achacado la última encuesta del CIS a los "escándalos" de corrupción. A la hora de habla de dimisiones, Aguirre lo tiene claro: "Me parece que no es momento de abandonar el barco justamente cuando parece que se va a hundir".