Los establecimientos que funcionen con cita previa deberán guardar los datos de sus clientes como medida de control ante posibles rebrotes. De esta manera, si uno de estos clientes da positivo por coronavirus, el local estará obligado a facilitar este contacto para poder iniciar la trazabilidad. Así lo ha establecido el Gobierno en el decreto de la nueva normalidad publicado en el BOE.

Por ejemplo, en el centro 'Garrido Estilista', sus empleadas recogen también el número de teléfono del cliente por si "hay algún problema", mientras que en el restaurante 'Origen' solo guardan los datos de los clientes, pero solo los que reservan mesa. "Habrá clientes que estarán encantados que les informemos si han estado en contacto con un contagiado", explican.

A los clientes, en general, no les incomoda que los establecimientos faciliten sus datos. Eso sí, deberán facilitar siempre que tengan la información, si no no es obligatorio recopilar los datos salvo en los transportes. Además, ante esta norma a los establecimientos y los clientes les preocupa lo mismo: la privacidad. "No cuesta nada preguntar si consentimos que guarden nuestros datos ante posibles contagios", explica una joven.

Esto es lo que dice el BOE de la nueva normalidad

Además de en los comercios, hoteles y demás establecimientos, el decreto ley que regula la llamada nueva normalidad también incorpora el rastreo en los transportes. Y es que sus operadores deberán guardar durante cuatro semanas el contacto de todos sus pasajeros por si se da algún caso positivo por coronavirus. Asimismo, deberán facilitar estos listados a las autoridades de salud pública cuando se requieran con la finalidad de realizar la trazabilidad de contactos.