Los trabajadores de la economía sumergida están viviendo una situación especialmente delicada durante la pandemia. Sin contrato, muchos colectivos como las empleadas del hogar se encuentran sin ningún tipo de ayuda en esta crisis. Estos trabajadores no cotizan, por lo que no reciben ayudas del Gobierno.

Carolina Elías, presidenta de la Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC), representa la cara amarga de la economía sumergida.

"No tienen derecho a ningún tipo de prestación. Muchas de ellas son madres cuyo único ingreso son las horas que trabajan como empleadas del hogar", ha explicado Elías.

La economía sumergida en España supone el 24,6% del PIB. Son más de 90.000.000 de euros que dejarían de ingresarse en las arcas del Estado. Ahora, con el mayor uso de las tarjetas de crédito Hacienda lo tiene más fácil para rastrear el fraude fiscal.

Tal y como ha explicado el presidente de Técnicos de Hacienda, Carlos Cruzado, "estaríamos duplicando la cifra de Francia e Italia". "Si nos situáramos en el mismo nivel de economía sumergida que los países de nuestro entorno podríamos estar recuperando a medio plazo 40.000.000 de euros", ha explicado.

A este tipo de trabajadores el confinamiento les ha impedido la posibilidad de seguir trabajando y, sobre todo, de salir a la calle para buscar otro empleo. La crisis del coronavirus les ha convertido en más vulnerables si cabe, por lo que la renta mínima que plantea el Gobierno podría servirles como balón de oxígeno.