Enchufes a los que "dejar en paz"

La jefa de Jésica en Tragsatec admite que Adif le pidió "hacer la vista gorda" con el ausentismo de la "sobrina de Ábalos"

¿Qué podemos esperar?
Con este testimonio la reciente imputación en la Audiencia Nacional de la expresidenta del administrador ferroviario por su presunta participación en la contratación irregular gana todavía más peso.

La supervisora de proyecto de Jésica Rodríguez en Tragasatec, Virginia Barbancho, durante su comparecencia en la comisión de investigación del 'caso Koldo' en el Senado, este viernes.
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Nuevo capítulo en la historia del enchufe de Jésica Rodríguez en la empresa pública Tragsatec. Era el turno de la exrresponsable del proyecto al que pertenecía la expareja de José Luis Ábalos, Virginia Barbancho, de sentarse ante la comisión de investigación del 'caso Koldo' en el Senado. Allí no ha dudado en denunciar que cuando se quejó de que una de sus empleadas no iba a trabajar le dijeron que hiciese "la vista gorda". Apunta a la presidencia de Adif, es decir, a la recién imputada Isabel Pardo de Vera.

Como supervisora de Rodríguez, Barbancho relata que habla con ella "después del procedimiento de selección y antes del contrato", pero también después de este. De hecho, asegura que una vez terminado el proceso de selección, del que ha subrayado ella no es responsable, es cuando le "comenta el director del contrato de Adif [Ignacio Zaldívar] que es sobrina del ministro". Es decir, se entera de ese 'parentesco' "antes de empezar a trabajar" y en "una conversación de febrero con Zaldívar".

Ella lo anota, pero Jésica no es sobrina Ábalos, sino que en aquel momento era su pareja sentimental. Un par de meses después, en abril, es cuando Barbancho empieza a detectar que Jésica no está acudiendo a su puesto de trabajo: "Empiezo a ver que una trabajadora no fichaba, empiezo a ver a que se me escaquea, a que no tengo control sobre ella". Por eso, asegura, que la llama en distintas ocasiones para preguntarle sobre el asunto.

Las respuestas de la pareja del exministro se limitan a excusas, por lo que Barbancho decide trasladar su enfado tanto a su gerente en Tragsatec, como a su cliente que era Adif. Respecto al primero, sostiene, que "no hace nada", mientras que desde el segundo la "mandaron callar". Y ante la insistencia de Barbancho, le siguen "diciendo que mire para otro lado y que haga la vista gorda".

Pardo de Vera, en el punto de mira

En ese sentido, la supervisora ha sostenido ante los senadores que ella sí cumplió con su "obligación" que era la de "seguimiento de la persona": "Apreté hasta que me riñeron", ha lamentado. Apreciaciones de las que afirma que hay constancia documental, pese a que en un primer momento llegaron en forma verbal. En una de estas, precisamente, es cuando Zaldívar le transmite que "desde presidencia de Adif le han dicho que dejen en paz a Jésica", señalando así a Pardo de Vera.

Presiones que Barbancho, explica, haber sufrido durante "dos o tres semanas", llegando un momento en el que hace constar que había dejado de hablar con ella, significando: "No me riñáis más, me estoy defendiendo". "Si yo hubiera sabido que esta persona no iba a trabajar, no le habría puesto un sistema de fichaje. Es como poner el cascabel al gato", ha explicado de forma contundente e, incluso, visiblemente enfadada.