El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, y el candidato al Gobierno, Alberto Garzón, han hecho causa común para promover listas de unidad popular en todo el país para las generales, que deberán estar encauzadas en dos meses. La propuesta que ha sido ampliamente apoyada por la Presidencia.
Con esta idea, se ha cerrado una Presidencia federal que ha sido menos tensa de lo que se esperaba y en la que los informes políticos han tenido un respaldo mayoritario de los asistentes, tanto el de Lara con 54 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones, como el de Garzón, con 53 síes, tres noes y dos abstenciones.
También ha salido adelante con un apoyo mayoritario una resolución promovida por el coordinador de Presidencia, José Luis Centella, para zanjar la "guerra" con Madrid, que da de plazo hasta el Consejo Político del 14 de junio para iniciar una "nueva etapa en la historia" de la federación madrileña.
No da pistas esa resolución si se aprobará una "desfederación" de la organización madrileña, como quieren, entre otros, el entorno de Garzón, o se procederá a una intervención. Volviendo al foco de la unidad popular, Cayo Lara, antes reacio a los proyectos de unidad popular, ha acabado aceptando esta idea y ha apoyado a Garzón sin titubear, aunque ha recalcado que para ello es necesaria la unidad interna, una propuesta de Gobierno y "trabajar en la misma dirección" para que esa candidatura sea "reconocible" en cualquier parte del Estado.
Durante su discurso, ha reconocido que la convergencia y las listas de unidad popular han funcionado muy bien en las municipales y han puesto de relieve que "nadie por sí solo es palanca de cambio", tampoco Podemos, pero ha defendido que cualquier fórmula debe ser consultada a las bases porque son las que tienen "la última palabra".
Alberto Garzón ha salido "muy contento" por el amplísimo respaldo obtenido a la propuesta de promover una candidatura común para todo el territorio, que "expulse" al bipartidismo y al PP, con opciones reales de ganar las elecciones. Garzón, quien ha señalado que IU podría concurrir sin sus propias siglas y él no ser el cabeza de lista, aunque eso sí, sin ser el "paraguas" de Podemos.