El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Ejecutivo prohibirá que la banca y las grandes eléctricas puedan repercutir los costes que les supondrán los nuevos impuestos que estarán listos la próxima semana.

Ante el Comité Federal del PSOE, Sánchez ha avanzado que los nuevos impuestos que pretenden recaudar cerca de 7.000 millones de euros en dos años se tramitarán como una proposición de ley que será registrada en el Congreso la próxima semana.

"Pedimos a las grandes empresas lo mismo que a los consumidores que están soportando el azote de la crisis, y que esta situación no derive en sobresueldos de sus máximos directivos, ni engorde sus beneficios", ha manifestado Sánchez.

Así, el presidente del Gobierno ha criticado que la derecha vea un problema en la aprobación de estos impuestos y ha recalcado que en el texto van a "prohibir que las compañías puedan trasladar los costes a la clase media trabajadora en España".

"Es momento de definirse, de decir si se está o no con la clase media trabajadora, con el reparto justo de los costes de la crisis, y ante estos impuestos, que existen en países avanzados con gobiernos conservadores, la derecha española ha anunciado su oposición. Es verdad que no nos sorprende, pero nosotros lo tenemos claro", ha expresado.

En varias ocasiones, Sánchez ha incidido en que "gobernar es elegir" y ellos, según ha dicho, eligen "estar con la clase media trabajadora". "No vamos a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos", ha asegurado, al tiempo que ha reiterado que sin un gobierno progresista, no hubiera habido avances en derechos sociales y hoy "no tendríamos hoy una ley de eutanasia, una ley de protección de la infancia y la adolescencia, ni la mayor oferta pública de empleo".

De esta forma, el secretario general del PSOE ha incidido en que su partido trabaja por el interés general y ha puesto siempre por delante a quienes más lo necesitan.