El presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE a la reelección, Emiliano García-Page, se ha distanciado de la "desquiciada" política nacional al declararse "totalmente autónomo" incluso de su partido en la región y ha afirmado en relación a la política autonómica: "Yo no tengo jefe".

En un desayuno informativo organizado por el digital 'Encastillalamancha.es', García-Page ha defendido que es "totalmente autónomo" incluso de su partido en la región, pero ha añadido que "ser autónomo no es ir por libre, ni estar a la contra", aunque ha resaltado: "A mí me pagan por defender esto, y a esto me voy a dedicar".

"Lo puedo decir con tranquilidad con respecto de quien esté en Madrid, si es del PP, del PP, y si es del PSOE, del PSOE", ha aañadido el presidente castellanomanchego.

Asimismo, ha reflexionado que tanto él como el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, comparten apellido con sus líderes nacionales, en alusión a Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, pero ha advertido de que "sería una frustración para la comunidad autónoma" tratar de confundir a la ciudadanía sobre "lo que se está decidiendo" en las elecciones del 28 de mayo.

"Paco Núñez y Alberto Núñez Feijóo y yo me llamo García-Page y el presidente del Gobierno, que a estos efectos yo no tengo jefe, se llama Pedro Sánchez. Los dos compartimos un apellido con el de arriba, pero ni uno es Alberto ni otro es Pedro, esto es evidente", ha asegurado.

Sobre la próxima visita del rey Juan Carlos a España, García-Page ha señalado que no debe convertirse en motivo para reabrir el debate sobre la monarquía ya que sería "injusto, sobre todo para el actual rey".

Y ha defendido que, mirando con perspectiva la institución, "hasta el carácter de los dos reyes ha venido en el momento correcto", ya que el de Juan Carlos ha sido "más intrépido" en un momento en que era lo que se necesitaba, mientras que Felipe VI "está teniendo un ejercicio de templanza, de serenidad y de representación del país que será reconocido".

Por último, respecto al traslado de la sede social de Ferrovial a Países Bajos, ha considerado que la "batalla política" se debería establecer en Bruselas ya que de manera "más o menos descarada" hay países "que juegan al dumping fiscal", o "facilitar traslados de domicilios fiscales dando ventajas", algo que "se sale del marco de convergencia fiscal que tiene que tener Europa".

Con todo, ha concluido que la empresa "no ha calculado el daño reputacional que su decisión tiene en España" y, aunque ha reconocido que Ferrrovial "tiene libertad para elegir", ha confiado en que sus trabajadores en España tengan la tranquilidad de que no pagarán "los platos rotos".