Fernández Díaz, en declaraciones a los periodistas en Fitero (Navarra), donde descansa unos días, ha justificado estos controles por el aumento del contrabando de tabaco y en las redes de blanqueo de capitales detectadas en Gibraltar.
"España tiene absoluta legitimidad y derecho para realizar los controles que está efectuando precisamente en defensa de la legalidad", ha dicho el ministro tras señalar que el crecimiento "exponencial" del contrabando de tabaco en los últimos años debería ser atajado con "corresponsabilidad" por las autoridades de ambos lados de la frontera.
Sin embargo, ha asegurado que la parte gibraltareña "no está actuando con lealtad", ni en esta vigilancia ni en otras materias como el acuerdo de pesca con las cofradías españolas de la zona, el "delito medioambiental evidente" por el lanzamiento al mar de bloques de hormigón o con la construcción de espigones para "ganar terreno al mar".
Por ello, ha advertido de la "responsabilidad y la soberbia de algún dirigente político", en referencia a los gibraltareños, que "perjudica claramente a los ciudadanos por una parte y puede entorpecer las magníficas relaciones que como socios, amigos y aliados tenemos España y el Reino Unido".