Este cambio estaba dentro del plan del Consistorio madrileño, que fue aprobado en Pleno municipal con los votos a favor de PSOE, Ahora Madrid y Cs y la abstención del PP, para retirar la nomenclatura de reminiscencia franquista de 52 calles, plazas y travesías de la ciudad en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, diez años después de que se aprobase.
Sin embargo, cuatro resoluciones judiciales obligaron al Ayuntamiento gobernado por Manuela Carmena (Ahora Madrid) a suspender cautelarmente la sustitución de las placas de las calles. En concreto, la Fundación Francisco Franco recurrió el acuerdo del Ayuntamiento alegando que era "ilegal" y supondría un importante impacto económico para los madrileños.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 23 de Madrid decidió paralizar el acuerdo cautelarmente y lo condicionó a que la fundación pagara 60.000 euros como garantía. Ante esa paralización, cerca de medio centenar de colectivos se han unido para exigir que se lleve a efecto "sin dilación" un cambio que consideran que debía haberse producido hace mucho tiempo.
Han recorrido todo el paseo desde la estación de Metro de Carabanchel, frente al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, hasta la calle de General Ricardos. En la marcha han estado presentes el exdirigente de CCOO Agustín Moreno, el secretario general de UGT-Madrid, Luis Miguel López Reillo y el hijo de Marcelino Camacho, Marcel Camacho.
Los organizadores han manifestado las razones para eliminar la calle de un militar franquista "que luchó con Hitler" e instalar la de Marcelino Camacho, "una persona respetable en el ámbito de la izquierda y la derecha, que luchó por la democracia y estuvo en la cárcel por defender los derechos de los trabajadores", ha explicado a Efe Gonzalo Aróstegui, uno de los promotores de la convocatoria.
Al final del paseo han descubierto una placa simbólica de calle de Marcelino Camacho, donde han leído un manifiesto, en el que han hecho un repaso de la vida del fundador de CCOO. Marcelino Camacho fue un trabajador metalúrgico y defendió la República durante la Guerra Civil, lo que le llevó a sufrir en los campos de concentración y en las cárceles franquistas. Desde la clandestinidad organizó las Comisiones Obreras y fue su primer secretario general, hasta 1987.