El dueño de un despacho de asesoría laboral que contrató a Maite Areal, esposa del expresidente autonómico Jaume Matas, ha declarado que le dio empleo porque "sabía que era la mujer del presidente del Govern y la mujer de un exministro", algo que podía ayudar a captar clientes y mejorar su negocio.

Miquel Martorell prestó testimonio en la segunda jornada del juicio contra Matas por cohecho, por la contratación de su mujer en un hotel de Palma como relaciones públicas, que Anticorrupción considera un regalo encubierto al expresidente.

El empresario es propietario de un despacho en el que estuvo contratada Areal antes de ser empleada del hotel. Asegura que le dio el trabajo porque mantenían amistad desde hace 25 años, ella se lo pidió y se vio "en el compromiso", pero reconoce que "fue un fracaso".

Ha detallado que no le preguntó por su formación y capacitación porque no le interesaba, le contrató "por amistad pura y dura". Según el empresario, Areal le pidió el trabajo "porque quería estar ocupada, tener algo que hacer", firmó el contrato sin leerlo y únicamente le rendía cuentas cuando ella quería porque "iba por libre". "El resultado fue fatal, la despedí y punto pelota".