Pasar por el trauma que supone un aborto y tener que hacerlo lejos de casa con un alto coste económico, es lo que les espera a muchas pacientes con la nueva ley Gallardón.
"El aborto cuesta unos 6.7000 euros por encima de las 14 y 22 semanas, sin tener en cuenta la estancia de varios días ni el viaje" explica Pilar Martínez, ginecóloga experta en detección prenatal. Las mujeres sufrirán más por tener que marcharse al extranjero, y las clínicas de nuestro país perderán pacientes. Algunas ya se plantean cerrar o trasladarse a países como Portugal.
"Creo que un 90% de los abortos legales ahora mismo no se podrán hacer con la ley Gallardón. Por ello hemos pensado en montar una clínica en Portugal", asegura Elías García, clínica Castrelos. En algunas clínicas privadas de Portugal aseguran que ya les han llamado varias mujeres españolas para pedir información.
Reino Unido debate en la cámara de los Comunes la posibilidad de cobrar a las extranjeras que acudan al país para abortar. Un viaje que muchas pacientes españolas no podrán pagar, aumentando los abortos clandestinos y el peligro para las mujeres.