Las cosas importantes se anotan. Se anotan por duplicado o triplicado si hace falta-todo depende de la memoria de la que goce cada uno-, se dejan por escrito en el bloc de notas del móvil y en un cuaderno o libreta -que la costumbre de coger un bolígrafo no se pierda-.

Íñigo Errejón lo hace. Anota todo lo imprescindible, todo lo que sí o sí quiere transmitir a los que lo escuchan, en un cuaderno rojo. Tiene que ser rojo. Siempre. Según va gastando tinta y papel o cuando lo pierde -porque algo despistado sí nos reconoce que es- lo repone por otro. Rojo.

En ese cuaderno-amuleto, el candidato de Más País a la presidencia del Gobierno, seguramente tiene subrayadas las claves para conseguir el gran objetivo de esta campaña: formar grupo propio en el Congreso de los Diputados.

El último CIS, denostado y apaleado por la oposición al completo, no se lo da. Lo deja tocando a la puerta del 5% de votos necesarios, con entre tres y cuatro escaños.

Lo cierto es que el resto de encuestas demoscópicas tampoco son halagüeñas para Más País en la consecución de este reto, pero como las encuestas son eso, encuestas y no votos reales depositados en las urnas, en el partido creen que sí lo lograrán. A los sondeos ya los batieron en Madrid, donde el CIS le otorgaba un 7% y acabaron obteniendo el 15%.

"Vamos a conseguir grupo propio y vamos a conseguir que sea definitivo para que haya mayoría progresista en el Congreso", asegura Errejón, que señala que "la campaña será decisiva".