El mero hecho de la
celebración de elecciones no modifica las medidas acordadas para Cataluña el
pasado 27 de octubre por el Ejecutivo, tras conseguir el preceptivo aval del
Senado. Sólo cuando uno de los candidatos logre los apoyos necesarios para
convertirse en el nuevo president será cuando el 155 deje de tener efecto.
Así quedó estipulado en
el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros tras recurrir a ese artículo de
la Constitución. "Las medidas contenidas en este acuerdo -reza ese texto-
se mantendrán vigentes y serán de aplicación hasta la toma de posesión del
nuevo Gobierno de la Generalitat resultante de la celebración de las
correspondientes elecciones al Parlamento de Cataluña".
Por tanto, las funciones
del Govern seguirán siendo desempeñadas por Rajoy, su vicepresidenta, en quien
delegó las correspondientes al president, y los ministros. Así, en el
hipotético caso de que hubiera que repetir las elecciones porque nadie consigue
una mayoría suficiente, Rajoy seguiría siendo el responsable de convocar los
nuevos comicios.
La Administración de la
Generalitat continuará bajo las directrices del Gobierno central, que, como
viene siendo habitual desde la aplicación del 155, seguirá dedicando sesiones
del Consejo de Ministros a aprobar decisiones que corresponderían al Govern.
Los Mossos d'Esquadra
seguirán bajo la dirección del Ministerio del Interior y el Gobierno continuará
habilitado para ejercer las competencias necesarias en materia económica,
financiera, tributaria y presupuestaria, para que, en beneficio del interés
general, se garantice la prestación de los servicios públicos esenciales, la
estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera.
Fuentes del Gobierno de
Mariano Rajoy recalcan que desde el primer momento se ha pretendido que la
aplicación del 155 estuviese en vigor el menor tiempo posible. Subrayan,
asimismo, que eso quedó patente al convocar elecciones para hoy, el primer día
posible de acuerdo con los plazos de la Ley electoral desde que se acordaron
las medidas para Cataluña.