Mariano Rajoy usa sus talones para pedalear. Le flanquean sus dos candidatas en Madrid, al Ayuntamiento y a la Comunidad. Pedaleando, zumo, agua para Rajoy... Un paseo en bici a motor mucho más tranquilo que lo que ha venido después. La campaña avanza y los sentimientos se caldean. Junto al presidente del Gobierno, Esperanza Aguirre saluda uno a uno a todo el que se le acerca hasta que entre el tumulto irrumpe un señor al que un beso en la mejilla le sabe a poco y le estampa otro en la boca.
Rajoy ha llegado a Madrid procedente de Talavera de la Reina, donde dejó para el recuerdo varias lecciones de lógica: "Lo que no es menor, es mayor, y lo que no es lo mismo es diferente". Si las encuestas aciertan, su partido contará en Madrid con el apoyo de Ciudadanos para gobernar. La candidata Villacís lo ha vuelto a decir, una vez más: "Hay un 0,01% de posibilidades de pactar contra el más votado".
Si en Andalucía Ciudadanos lo tuviera igual de claro, Susana Díaz ya estaría gobernando. Esta martes hizo tanto calor que, en vez de pabellones y polideportivos, los mítines parecían celebrarse en saunas. Sudor frío debió entrarle a Monago cuando su autobús de campaña intentó sin éxito pasar por debajo de un arco en Zafra, Badajoz.