Era tal el miedo a un posible caos en Barcelona que algunos ciudadanos han optado por pasar la noche en la capital. "Cogimos un hotel para ir al hospital", cuenta una vecina del área metropolitana.

Pero el problemático día ha sido "como un domingo normal", según aseguran los vecinos de la capital catalana. Han sido muchos los que han evitado la ciudad condal y el tráfico de entrada se ha reducido casi un 60%. "No he tenido ningún problema", comenta un conductor.

En el metro, vagones con pocos viajeros: "Más vacío que nunca, normalmente no hay sitio y hoy me he podido sentar", explica una pasajera.

Muchos ciudadanos han sido los que han tratado de evitar la entrada a la ciudad. A consecuencia, el tráfico se ha reducido casi un 60%. Los que no han tenido más remedio que acercarse ha Barcelona han sido muy previsores: "Hemos venido con dos horas de tiempo por si acaso", asegura una viandante.

Las calles, según los comerciantes "han estado prácticamente desiertas", con "mucha menos gente que otros días".

En la Universidad Autónoma e Barcelona, pocas clases tenían alumnos. "Cuando he llegado no había casi gente en la Universidad", explica una alumna. "Hay algunos alumnos que no han podido hacer los exámenes y los han tenido que hacer online", añadía otra alumna.

Es el resumen de un viernes laborable atípico con poca gente en las zonas donde no había manifestaciones.