Los tres diputados disidentes del PSC no piensan renunciar a su escaño. La exconsejera de salud y diputada socialista en el Parlament, Marina Geli, desafía a su secretario, Pere Navarro, y  dice que si ellos se van, el partido se rompe. Una decisión que nos diga que nos expulsan del grupo parlamentario provoca una herida mucho más grande que la posibilidad que tenemos ahora de conducir, no de maquillar, de reconducir el proceso", afirma la diputada del PSC.

Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Nuria Ventura se desmarcaron de la disciplina de voto el pasado jueves en el Parlament. Pidieron, en contra del resto del grupo,  la transferencia de competencias para celebrar un referéndum en Cataluña. Su secretario general les dio un ultimátum para que entregasen las actas de diputado. "Por respeto a los procesos democráticos del partido, estos tres partidos van a renunciar a sus actas, van a ser honrados y coherentes".

El resto del partido arropa a Navarro. "Si el presidente del Gobierno no tiende puentes que fortalezcan el proyecto común que se llama España, sí hay un partido que está haciendo ese trabajo, con mucho esfuerzo y mucho sufrimiento, como es el del PSC", afirmaba la líder socialista en Andalucia, Susana Díaz. Además, advierten de que existen mecanismos para echar a los díscolos. "Tanto el PSOE como el PSC tienen mecanismos para resolver esos asuntos, tienen unas comisiones de garantías que tendrán que determinar ese tema", explica Patxi López.

Hoy terminaba el plazo que la dirección del PSC concedió a los tres diputados díscolos para entregar sus actas.