Andoni recuerda aquel 3 de marzo del 76 como si fuera ayer. Uno de los muchos disparos de la Policía le hizo perder un ojo. Ni él ni el resto de sus compañeros pensaron que podrían morir, incluso dentro de una iglesia en Vitoria: "Cuando salíamos de la iglesia, la Policía estaba esperando a la gente fuera".

Uno de los que murieron era el hermano de José Luis: "Unos compañeros escribieron 'justicia' con su sangre". Uno de los que a su juicio tiene que responder es Rodolfo Martín Villa. Lo mismo piensa la juez argentina María Servini, decidida a escuchar a Martín Villa, entre otros.

Servini quiere que se detenga también al hombre que firmó la sentencia de muerte contra un símbolo, Salvador Puig Antich. Sin embargo, España no parece dispuesta a colaborar. Aunque para muchos sea una exigencia moral que no se puede eludir, porque hay hasta 20 personas acusadas por la Justicia argentina.