Con la baja cifra de inscritos para elegir al sucesor de Rajoy, la pregunta que se genera es la de cuál es el músculo real de la militancia. Ante ella, la precandidata Sáenz de Santamaría prefiere pasar esa patata caliente a Casado y Cospedal, afirmando que no ha estado en el aparato del partido.

Los dos aludidos no se callan. Mientras que Cospedal recuerda que la exvicepresidenta lleva "toda la vida en el Comité Ejecutivo", Casado afirma que "Soraya lleva en el aparato del partido desde el año 2004".

Génova habla de 869.000 afiliados, pero al Tribunal de Cuentas, según el último dato disponible, le ha declarado que recibe de la militancia unos 5 millones de euros a 38 euros de cuota anual, que serían unos 140.000.

Javier Maroto piensa que "no es verdad que sea poca participación, y que lo que pasa es que los censos no están actualizados. Por su parte, en Al Rojo Vivo, el precandidato García Margallo explica por qué está hinchada la cifra porque es una "trampa perpetuada" por las sedes provinciales: "Ninguna provincia ha bajado sus censos porque no quieren perder compromisarios y por eso se han mantenido inflados".

Maíllo, por su parte, ha dicho que las normas son las que son y no cree que los organizadores vayan a cambiarlas. Coincide con la postura que defiende la precandidata Dolores de Cospedal, quien piensa que "las reglas del juego hay que cumplirlas siempre".

Y mientras, García Hernández insiste en eliminar el requisito de haberse inscrito para votar porque "beneficia a todos" y significa "más democracia". La polémica está viva a ocho días para las votaciones para suceder a Rajoy.