Cospedal no quería cambios en el Tribunal de Cuentas. Debía continuar su actual presidente. Para garantizar que siguiera Ramón Álvarez de Miranda, Cospedal, Según publica 'El País', se reunió en un hotel con seis de los siete consejeros del órgano fiscalizador nombrados por su partido. En el PP no ven razón para el escándalo. El portavoz de la formación en el Congreso, Rafael Hernando, responde que es "absolutamente normal". Desde Uniò les apoyan, Duran i Lleida ha dicho que "es normal que los políticos puedan reunirse con miembros de las instituciones".
Pero dos días después de la reunión, todos los vocales populares votaron a favor de Álvarez de Miranda. A pesar de que al menos tres preferían cambiar de jefe por los escándalos de nepotismo que han salpicado al Tribunal. Cospedal les dijo que es normal que coincidan familiares en organismos públicos. Pero hay quien ve el control de un tribunal que debe vigilar a los partidos. Andrés Herzog, de UPyD, ha hablado de situación "especialmente grave porque el Tribunal de Cuentas se encarga de fiscalizar".
Para negar el conflicto, los populares dicen que el Tribunal se ha renovado también con los votos del PSOE. Un total de 700 empleados componen el organismo. De ellos, al menos el 14% tiene lazos familiares entre sí. Además, 1 de cada 10 son parientes de altos cargos.
SU IMPARCIALIDAD, CUESTIONADA