Para construir en Cataluña, tuvieron que pasar por caja. La constructora Grupo Ortiz reconoce hoy en el País que después de muchos años sin conseguir un solo contrato público, decidieron cambiar de estrategia. Nombraron presidente de su filial catalana a un exconseller de Jordi Pujol y donaron dinero a las fundaciones de Convergencia para intentar cambiar su suerte. La constructora reconoce que "con las donaciones tratábamos de hacernos notar como grupo empresarial".
Porque presentándose a los concursos públicos, no les fue demasiado bien. El primer contrato que consiguieron en mucho tiempo fue durante el gobierno del tripartito. Les fue adjudicada la construcción de un colegio. Pero llega Artur Mas a la Generalitat y se para la obra. Es entonces cuando el Grupo Ortiz decide donar 400.00 euros a Catdem y Fòrum Barcelona. A partir de ahí, les llueven los contratos, hasta siete adjudicaciones de obra pública.
A raíz de sus donaciones, el Grupo Ortiz, consiguió adjudicaciones por valor de 12 millones de euros. Una de las más importantes, un colegio en Sabadell. El contrato se lo dio Infraestructuras de Cataluña, y el director era Josep Antoni Rosell, detenido hace por la guardia civil en la operación contra la financiación ilegal de convergencia.