Apoyados por el sector conservador

El CGPJ pone a los conservadores Martínez Arrieta y Lucas al frente de dos salas clave del Supremo

El contexto Tras la renuncia de las magistradas respaldadas por el sector progresista del CGPJ, Martínez Arrieta y Lucas, apoyados por los conservadores, tenían el camino despejado para presidir la Sala de lo Penal y de lo Contencioso, respectivamente.

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Andrés Martínez Arrieta presidirá la Sala Segunda del Tribunal Supremo y Pablo Lucas, la Tercera. Así lo ha decidido este miércoles el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ha nombrado, por 15 y 16 votos, respectivamente, a ambos candidatos apoyados por el sector conservador como presidentes de dos salas clave del alto tribunal, la de lo Penal y la de lo Contencioso-administrativo.

Una votación que se producía después de que las candidatas respaldadas por los progresistas, Ana Ferrer y Pilar Teso, se retirasen, dejándoles el camino libre tras meses de negociaciones encalladas.

Los vocales progresistas del órgano de gobierno de los jueces venían intentando que al menos una de las presidencias fuera ocupada por una mujer para garantizar el principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres. Sin embargo, con el nombramiento de Martínez Arrieta y Lucas sigue sin conseguirse esa paridad en los altos puestos de la judicatura: cuatro de las cinco presidencias de Sala del Supremo seguirán ocupadas por hombres.

El CGPJ, tal y como recoge la agencia Efe, tiene previsto debatir también este miércoles más de una treintena de nombramientos de otras plazas para los que solo es necesaria una mayoría simple. Las negociaciones entre los diferentes grupos para cubrir estos puestos se alargaron hasta el último minuto de la víspera, con la confianza del sector progresista en que sus compañeros del bloque conservador hicieran alguna concesión tras conseguir situar a Martínez Arrieta y Pablo Lucas en las presidencias de las dos salas.

Falta de paridad

La asociación Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) ha denunciado esa falta de paridad: dice que la designación de las presidencias de Sala constituye "un paso atrás en las políticas de igualdad" que debería caracterizar a la institución.

Tras los recientes nombramientos, inciden desde la asociación, solo la Sala Social del Supremo está presidida por una mujer, mientras que las otras cuatro las presiden hombres. "Una proporción inaceptable", dicen, que desconoce las disposiciones relativas a la representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres de la Ley Orgánica del Poder Judicial .

"El mensaje que transmite el órgano de gobierno del poder judicial es desolador, dado que debe ser el primero en cumplir la Constitución y las normas a las que todo poder público está sujeto. El principio de legalidad exige un comportamiento leal que no ha existido", lamenta JJpD, que considera "inaceptable" esta situación y lamenta que "se contaba con candidatas de incuestionable currículo, mérito y capacidad" que se han visto obligadas a renunciar ante "el innegable e injustificado veto" del sector conservador.

"Las políticas de igualdad son imperativas porque, como se ha demostrado en este caso, siguen existiendo resistencias inadmisibles a que se produzcan nombramientos femeninos en los más altos cargos judiciales con el fin de equilibrar el número de magistradas en puestos de relevancia", aseveran.

Otros nombramientos

Por otro lado, el órgano de gobierno de los jueces ha acordado también otros 24 nombramientos, entre ellos los de los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de Andalucía y de Aragón. También ha nombrado al magistrado Francisco Segura Sancho director de la Escuela Judicial y, a propuesta de la presidenta del Supremo y del CGPJ, Isabel Perelló, ha designado a Rafael Villafáñez director del Gabinete Técnico y a la magistrada Paloma Santiago directora de Supervisión y Control de Protección de Datos.