Guerra comercial
La UE y EEUU avanzan hacia un acuerdo comercial con aranceles del 15%
El contexto La Comisión declaró el miércoles que su principal objetivo era lograr un resultado negociado con Estados Unidos para evitar los aranceles estadounidenses del 30% que Trump ha anunciado que impondrá al bloque de 27 países el 1 de agosto.

Resumen IA supervisado
La Unión Europea y Estados Unidos están cerca de cerrar un acuerdo comercial que impondría aranceles del 15% a las importaciones europeas, similar al pacto de Donald Trump con Japón. Algunos productos, como aeronaves y dispositivos médicos, quedarían exentos. Si no se llega a un acuerdo antes del 1 de agosto, la UE prepara un paquete de represalias de 93.000 millones de euros con aranceles de hasta el 30%. Desde abril, EE.UU. aplica un arancel del 10% a las exportaciones europeas, reducido desde el 20% inicial. La propuesta actual está en manos de Trump, y Bruselas continúa preparando medidas adicionales, incluida la posibilidad de activar un instrumento anticoerción.
* Resumen supervisado por periodistas.
La UE y Estados Unidos están a punto de cerrar un acuerdo comercial que impondría aranceles del 15% a las importaciones europeas, similar al acuerdo que el presidente estadounidense Donald Trump alcanzó con Japón esta semana, según ha informado el Financial Times el miércoles. Tanto la UE como EEUU eximirían de aranceles a algunos productos, como aeronaves, bebidas alcohólicas y dispositivos médicos, según informa el medio de comunicación.
El bloque seguirá preparando un posible paquete de aranceles de represalia de 93.000 millones de euros (109.000 millones de dólares), fijado en hasta un 30%, en caso de que no se llegue a un acuerdo antes del 1 de agosto, añade el informe.
La Comisión declaró el miércoles que su principal objetivo era lograr un resultado negociado con Estados Unidos para evitar los aranceles estadounidenses del 30% que Trump ha anunciado que impondrá al bloque de 27 países el 1 de agosto.
Desde el pasado abril, Estados Unidos impone a las exportaciones europeas un arancel mínimo del 10%, que en un primer momento anunció del 20%, pero redujo a la mitad como un gesto de "tregua" para negociar un acuerdo con la UE.
Según explican las fuentes consultadas por Europa Press, el 15% que está sobre la mesa incluiría el 4,8% que, de media, rige el comercio entre ambas potencias en concepto de 'nación más favorecida' y, por tanto, dejaría el impacto en niveles similares, ya que el 10% actual no tiene en cuenta ese recargo en vigor desde antes de la Administración Trump.
El acuerdo no se puede dar aún por hecho, advierten las fuentes, porque la última propuesta está ahora sobre la mesa del presidente Trump a la espera de su respuesta. Este mismo miércoles, Sefcovic ha hablado con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, su contraparte en las negociaciones, antes de trasladar a los Veintisiete la situación.
Además, en la reunión con los embajadores, Sefcovic ha puesto a las capitales al día del paquete de represalias a adoptar en caso de que descarrilen las negociaciones y que incluye dos rondas de contramedidas arancelarias que ahora Bruselas propone fusionar en una sola medida que entraría en vigor el 7 de agosto si no hay acuerdo antes.
La primera, ya aprobada, pero de aplicación suspendida, recoge una penalización del 25% sobre compras a Estados Unidos por 21.000 millones de euros. Esta se concibió como respuesta al primer arancel del 25% sobre el acero y el aluminio europeo, sector que actualmente sufre un recargo del 50%.
La segunda lista, aún no aprobada y en fase preparatoria, impactaría sobre 72.000 millones de importaciones norteamericanas. En suma, el castigo de la UE afectaría a mercancías por un valor de 93.000 millones de euros.
En todo caso, con el acuerdo en el aire, Bruselas sigue trabajando en su arsenal de represalias, que vas más allá de las medidas arancelarias, incluida la posibilidad de activar el instrumento anticoerción, nunca utilizado hasta ahora, y que prevé sanciones contra países terceros que ejerzan una presión económica sobre la UE para influir en su toma de decisiones.
Esta opción, que defiende públicamente Francia, por ejemplo, para golpear a las grandes tecnológicas norteamericanas, conlleva un proceso largo hasta decidir las medidas concretas y su aplicación. En todo caso, existe ya una mayoría cualificada suficiente de gobiernos que aboga por ponerlo en marcha si fracasan las negociaciones.