Miles de personas vestidas con camisetas amarillas se han dado las manos en un recorrido de unos 400 kilómetros bajo el eslogan de "Vía Catalana hacia la Independencia", que aunque no pasa por Lleida ha tenido como pistoletazo de salida las campanadas de La Seu Vella.

Las campanas de distintos puntos de Cataluña han repicado mientras decenas de miles de personas se han dado la mano la mano. El clamor por la independencia ha plagado todo de esteladas.

En un contexto en el que el Gobierno catalán reivindica poder celebrar un referéndum de autodeterminación en 2014, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha dicho que el objetivo es "asombrar al mundo entero" en la reivindicación soberanista, aunque quiere agotar todas las vías de diálogo para que el Estado autorice celebrar el referendo.

El Govern calcula que 1,6 millones de personas han participado

En Barcelona, desde el Camp Nou hasta la Sagrada Familia, pasando por el Paseo de Gracia, se ha formado un recorrido con sentimientos comunes que ha atravesado los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Las manos se han unido a una hora simbólica, las 17 horas y 14 minutos. Lo han hecho en homenaje a la fecha de la Guerra de Sucesión. En palabras de Andreu Porta, portavoz de la Asamblea Nacional Catalana, este momento "representó el fin de las libertades del pueblo catalán como Estado Soberano".

Las imágenes aéreas muestran una interminable serpiente humana que se inspira en la Vía Báltica de 1989 con la Estonia, Letonia y Lituania pidieron la independencia de la Unión Soviética. Dos años después, lo consiguieron. 

Sin embargo, no todos los catalanes han participado en la Vía. Hay quien no cree que la petición de independencia sirva para mucho, o directamente, quienes consideran sus sentimientos no son excluyentes.