El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha pedido al PP que acepte el resultado que permitido la aprobación de la reforma laboral y ha asegurado que "no hay ningún precedente" de que se haya repetido una votación en una situación similar en el Congreso por un error de un diputado.

Así lo ha asegurado en sendas entrevistas en Al Rojo Vivo y en Onda Cero un día después de que el Congreso convalidara la reforma laboral conel voto a favor del diputado del PP Alberto Casero, a causa, según los populares, de un "error informático" en el voto telemático.

Bolaños ha acusado al líder del PP, Pablo Casado, de utilizar "todo tipo de artes" para intentar tumbar el decreto de la reforma laboral. "Yo le que digo es que en el mismo segundo que se hizo público el resultado, los diputados del PP y Vox aplaudían enfervorizados mirando a los diputados de UPN", ha señalado Bolaños en referencia al momento en el que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, declaró derogada la reforma por confusión.

El ministro ha cargado contra el PP y ha dicho que se equivoca "imponiendo su voto negativo" a todo el país para hacer caer la reforma laboral, que es de interés general, y le ha recriminado que "hay que ser patriota, y no de boquilla, sino con los hechos".

"Ayer ellos después de utilizar todo el tipo de artes no consiguieron una derrota y hoy están intentando retorcer el reglamento", ha asegurado el ministro de la Presidencia que ha restado importancia al error del diputado del PP Alberto Casero, aunque se ha preguntado si realmente se equivocó.

Bolaños ha recordado que "este señor se equivoca tres veces en las votaciones de ayer que fueron una docena. O igual no se equivocó", ha puntualizado, toda vez que ha incidido que el que se equivocó ayer "gravemente" fue casado. "¿A quién defendía ayer Casado?", ha insistido al tiempo que ha afirmado que la "derecha y a la ultraderecha es capaz de dar un golpe al interés general y a nuestro país".

También ha criticado la acción de los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, y considera que su voto en contra de la dirección del partido es un caso de transfuguismo "de libro" al no seguir la directriz y les ha acusado de mentir durante todo el día de ayer. "Cuando hablamos con otros partidos damos por hecho que hablamos con gente de palabra seria, que dice la verdad, gente decente, todo el mundo tiene que aplicar esos acuerdos", ha lamentado al tiempo que ha reconocido que las conversaciones con todos los partidos coordinadas con la ministra de Trabajo fueron intensas, sobre todo en las últimas horas con ERC y el PNV.

Calviño: "Nos llevamos una sorpresa"

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, también se ha pronunciado sobre la votación de ayer por la tarde en el Congreso y, en concreto, por el comentado gesto en el que se le ve llevarse las manos a la cabeza una vez se confirmó que el decreto había sido aprobado.

"No fui consciente... Hace dos días me decían que ya estaba hecho pero yo prefería ser producente y no celebrarlo hasta la votación", ha asegurado en una entrevista en Radio Euskadi, donde ha pedido pasar página. "Se convalidó y ahora tenemos que conseguir bajar el paro y mejorar las condiciones de los trabajadores", ha aseverado.

El PSOE, indignado: "Han intentado otro Tamayazo"

Desde las filas socialistas tienen sentimientos diversos un día después de la votación tan agitada. Por un lado, de alivio, ya que ha salido adelante la reforma y se ha evitado el "marrón" de que no hubiera sido convalidada.

Pero, por otro y más importante, la indignación por la traición de los dos diputados de UPN, que cinco minutos antes de la votación aseguraban que aprobarían la reforma, pero que realmente votaron en contra. "Nos han intentado hacer otro Tamayazo", señalan desde el PSOE.

Los socialistas reconocen que UPN no es un partido de fiar pero que tenían que refugiarse en ellos para sacar adelante la reforma laboral, aunque sospecharon ya que durante todo el día estuvieron reunidos con altos cargos de PP y Vox. En Ferraz están convencidos de que la cúpula del PP conocía la decisión de los dos diputados navarros.