Aún más millonario
Warren Buffett, la excepción a la caída de los mercados: ha ganado 334.000 millones al predecir la guerra comercial
El contexto El inversor estadounidense comenzó a retirar sus inversiones en bolsa con la llegada de Trump a la Casa Blanca, lo que le ha convertido en el único magnate en tener ganancias desde el estallido de la guerra arancelaria.

En un contexto económico inestable en el que la guerra arancelaria de Donald Trump ha causado pérdidas millonarias en los mercados de todo el mundo, el nombre de un inversor se mantiene en verde. Se trata de Warren Buffett, una auténtica leyenda viva de los mercados bursátiles que, como ya hizo en la crisis de 2008, se ha anticipado a la hecatombe de las bolsas.
En los tres meses que lleva Donald Trump en la Casa Blanca, su patrimonio ha crecido en 23.000 millones de dólares, según el ranking de inversores de 'Bloomberg', lo que le coloca como el cuarto hombre más rico del mundo, adelantando a Bill Gates, fundador de Microsoft. Sus acciones han repuntado ni más ni menos que un 15 por ciento.
El 3 de marzo, cuando todavía no se sabía nada de la guerra comercial, Buffett avisó de que vendría una ola de aranceles que supondrían "un acto de guerra" para los índices bursátiles. Una guerra en la que no quería participar, por lo que decidió retirar paulatinamente su inversión en bolsa, especialmente sus acciones de Apple, de las que se ha deshecho.
"Buffet salió hace meses de la bolsa porque veía que estaba cara", explica Javier Santacruz, economista y analista financiero. Este movimiento le permitió ganar liquidez, concretamente 334.000 millones de dólares. Con ese dinero, ahora podrá entrar de nuevo en el mercado comprando las mismas acciones mucho más baratas.
Santacruz explica que la lógica de este movimiento reside en que Buffett planea sus movimientos sin pensar en el corto plazo: "Piensa a medio-largo plazo. No es para nada cortoplacista. Lo odia".
Una visión estratégica que le ha permitido ganar mucho dinero en un contexto en el que todo el mundo lo ha perdido, como ya hizo con la crisis financiera global de 2008, a la que también se anticipó. A él, la quiebra de Lehmann Brothets le pilló prácticamente fuera de la bolsa.
"Es una combinación de instinto y de capacidad de análisis que no todos tienen", asegura Javier Santacruz. Un instinto que le convierte en el gran ganador de la guerra arancelaria de Donald Trump y que le coloca entre los cuatro hombres más ricos del planeta.