Memoria Histórica

Adiós al último vestigio franquista de Andalucía: Villafranco del Guadalhorce echa al dictador de su nombre

Los detalles De esta forma, el Consistorio cumple con la Ley de Memoria Histórica, que prohíbe hacer referencias a la dictadura en los nombres de los municipios y barrios.

un pueblo franquista menos
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Un vestigio franquista menos. Desde este miércoles, el pueblo malagueño de Villafranco del Guadalhorce deja atrás su nombre franquista para convertirse en Villa del Guadalhorce. Es la decisión que el pasado viernes aprobó el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, del que depende esta pedanía, y que ha entrado en vigor en las últimas horas.

De esta forma, el Consistorio cumple con la Ley de Memoria Histórica, que prohíbe hacer referencias a la dictadura en los nombres de los municipios y barrios, obligando a cambiar la denominación de aquellos pueblos que se renombraron durante el franquismo.

No obstante, en la pedanía no ha sentado bien este cambio. Aseguran que va contra su identidad histórica. "No nos lo merecemos, esa es nuestra identidad. Hay muchas más necesidades en el pueblo, muchas más necesidades económicas, como por ejemplo el saneamiento", asegura un vecino.

Otros le reprochan al Ayuntamiento que no hayan consultado este cambio a los vecinos de la pedanía: "Yo no estoy conforme con el cambio de nombre sin pedirnos explicaciones ni contar con nosotros para nada".

Con este cambio, Andalucía está al fin libre de pueblos franquistas, aunque aún quedan seis localidades en España con denominaciones franquistas. Se trata de Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Alberche del Caudillo (Toledo), Villafranco del Guadiana (Badajoz), Alcocero de Mola (Burgos), Quintanilla de Onésimo (Valladolid) y San Leonardo de Yagüe (Soria).

Según la ley, estos municipios están obligados a cambiar su nombre. Desde la Asociación de Memoria Histórica aseguran que el Gobierno no está forzándoles a cumplir la ley y piden que el cambio de lleve a cabo por la vía judicial cuando los ayuntamientos se nieguen.

"Hay que darles un plazo e iniciar una vía judicial y forzarles con las herramientas que tiene el Estado a que la cumplan", asegura Emilio Silva, Presidente de la Asociación de Memoria Histórica. No obstante, muchos vecinos de esos pueblos alegan que son los nombres que han tenido sus pueblos durante casi un siglo y no son partidarios de cambiarlos aunque incumplan la Ley de Memoria Histórica.