Parece que al otro lado del charco se ha convertido en una moda, hay ganarse al cliente para conseguir la ansiada propina. Pero, la pregunta está en qué tipos de clientes hay, porque los que tienen un sentido del humor más agudo han instaurado la moda de 'tomar el pelo' a, por ejemplo, los pizzeros.

Trabajar de pizzero en el país americano ya no es tan fácil. Este trabajo ahora implica elevadas dosis de sentido del humor. Es la última moda en Estados Unidos. Les esperan disfrazados con el único objetivo de pegarle un susto y, así, ganarse una 'propinilla'. Y, por supuesto, grabarlo todo en vídeo y compartirlo en las redes sociales para que todo el mundo pueda disfrutarlo.

Así, algunos les esperan vestidos con túnicas negras, encapuchados y con máscaras. No pueden contener la risa imaginando cómo va a reaccionar el repartidor cuando entre y vea un ámbiente tétrico, a la luz de las velas y con música gregoriana de fondo. Otros, se las ingenian para simular un secuestro. En este tipo de bromas no parece haber límites. Hay otros que esperan con un bate en la mano.

La cuestión es ver qué cara ponen si, por ejemplo, de repente se le cae la toalla al que abre la puerta o si les reciben con una única prenda puesta. Lo importante es que se ganen la propina a base de sustos.